«El asunto de la malversación de más de 10 millones de dólares en Gécamines sigue alimentando la actualidad congoleña. Después de las audiencias de los miembros del consejo de administración de la empresa estatal ante la Inspección General de Finanzas (IGF), las conclusiones de la investigación Se acaban de presentar y los resultados son condenatorios.
Según fuentes cercanas al asunto, el IGF destacó la opacidad y la mala gobernanza que prevalecieron en esta malversación masiva de fondos. Los miembros del consejo de administración de Gécamines simplemente se repartieron estos millones de dólares entre ellos como si fueran maní, sin preocuparse por las necesidades reales de la empresa minera.
Este asunto provocó una verdadera indignación entre la población y dio lugar a manifestaciones populares, especialmente en Lubumbashi. Las organizaciones de la sociedad civil, que denunciaron estas acciones, esperan ahora medidas firmes y urgentes de la Ministra de Estado, Ministra de Cartera, Adèle Kahinda. Se les podría culpar de su complicidad, corrupción o participación en este asunto si no se toman medidas concretas.
La investigación liderada por el IGF comenzó el viernes 10 de noviembre, con las audiencias de los implicados en el desfalco. Después de varios días de resistencia, finalmente se escuchó al presidente del consejo de administración de Gécamines, Guy-Robert Lukama. Los resultados de estas audiencias confirmaron las sospechas de malversación de fondos masiva.
Hay que recordar que fue el IGF el que alertó sobre estas transferencias de 10 millones de dólares procedentes de la filial de Gécamines, SMICO. Estos fondos fueron distribuidos entre 27 personas dentro de la empresa minera, violando todas las reglas de buen gobierno.
Este asunto pone de relieve una vez más los desafíos que enfrenta la República Democrática del Congo en la lucha contra la corrupción y la mala gestión de los recursos públicos. Es crucial que se tomen medidas para sancionar a los responsables de esta apropiación indebida y establecer una cultura de transparencia dentro de la empresa estatal.
En conclusión, el asunto de la malversación de más de 10 millones de dólares en Gécamines es un escándalo que pone de relieve las deficiencias del sistema de gobernanza en la República Democrática del Congo. Es esencial que los responsables rindan cuentas para restablecer la confianza del pueblo congoleño y garantizar una gestión sana y transparente de los recursos del país».