En la República Democrática del Congo (RDC) ha comenzado el período electoral. Los candidatos se están preparando para enfrentarse a 44 millones de votantes en una campaña maratónica de un mes de duración antes del día de las elecciones generales el 20 de diciembre. Con mucho en juego, la República Democrática del Congo, el segundo país más grande de África, enfrenta considerables desafíos logísticos para que los candidatos lleguen a todos los rincones del país.
El presidente saliente, Félix Tshisekedi, inició su campaña con una gran reunión en Kinshasa, que atrajo a casi 80.000 personas. Por su parte, el opositor Martin Fayulu movilizó a la multitud en su bastión de Bandundu-ville. La diversidad de candidatos es evidente, con nada menos que 23 candidatos presidenciales. También forman parte de la votación las elecciones legislativas y provinciales, con más de 25.800 y 44.000 candidatos respectivamente.
La oposición está dividida y comienzan a surgir dos bloques en torno a las figuras políticas de Moïse Katumbi y Martin Fayulu. Esta división podría beneficiar al presidente saliente, que parece beneficiarse de un sólido apoyo dentro de su bando.
Sin embargo, los temores de fraude pesan sobre estas elecciones. La Comisión Electoral se enfrenta a la desconfianza de algunos candidatos, que se negaron a firmar la carta de buena conducta de la campaña. Pese a ello, la CENI (Comisión Electoral Nacional Independiente) aseguró que los canales de discusión permanecían abiertos.
Para los candidatos, la campaña electoral representa un desafío logístico importante. La República Democrática del Congo es un país enorme, con más de 2,3 millones de kilómetros cuadrados que recorrer, y las condiciones climáticas dificultan el paso por algunas carreteras. Los candidatos tendrán que hacer malabarismos con los viajes en coche, avión e incluso barco para llegar a todas las regiones del país.
En resumen, estas elecciones en la República Democrática del Congo marcan una etapa crucial en el futuro político del país. Hay muchas cuestiones en juego y los candidatos corren contra el tiempo para convencer a los votantes. Queda por ver cuál será el resultado de estas elecciones y si la República Democrática del Congo logrará organizar elecciones libres, transparentes y aceptadas por todos.