“Inundaciones devastadoras en Kenia: la carrera contra el tiempo para salvar vidas y reconstruir”

Las devastadoras inundaciones continúan causando estragos en Kenia y el número de muertos asciende al menos a 20. Las regiones costeras, norte y central del país son las más afectadas por el fenómeno de El Niño, que ha provocado lluvias torrenciales e inundaciones repentinas.

Las consecuencias de estas inundaciones son dramáticas: la infraestructura esencial ha sido arrasada y muchas aldeas están sumergidas por el agua. Sólo en Makueni, ocho personas murieron intentando cruzar el crecido río Muuoni.

Ante esta catástrofe, el gobierno keniano desembolsó una dotación de 2.400 millones de chelines (aproximadamente 19 millones de dólares) para ayudar a las víctimas. Esta suma se utilizará para apoyar a las personas afectadas y reconstruir la infraestructura dañada.

Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, estas inundaciones ya han matado a más de 100 personas y obligado a más de 700.000 a abandonar sus hogares en el Cuerno de África desde el 1 de octubre.

Esta situación de emergencia exige una movilización internacional para ayudar a las poblaciones afectadas. Las organizaciones humanitarias se están coordinando para brindar asistencia de emergencia, como refugio temporal, alimentos y agua potable.

Es importante resaltar que estas inundaciones están directamente vinculadas al fenómeno climático de El Niño. Este se caracteriza por un aumento anormal de la temperatura del Océano Pacífico ecuatorial, lo que provoca perturbaciones meteorológicas a escala global. Los países de África oriental, como Kenia, están sufriendo las consecuencias más graves.

Es necesario fortalecer las medidas de prevención y adaptación ante estos eventos climáticos extremos. Esto implica, en particular, desarrollar infraestructuras resistentes a las inundaciones, establecer sistemas de alerta temprana y crear conciencia sobre los riesgos relacionados con el cambio climático.

En conclusión, las inundaciones en Kenia son una tragedia que continúa desarrollándose ante nuestros ojos. La urgencia es acudir en ayuda de las víctimas, reconstruir las infraestructuras destruidas y reforzar la prevención ante estos desastres naturales. Kenia, al igual que otros países de África Oriental, debe encontrar soluciones sostenibles para enfrentar los desafíos del cambio climático.

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