Los efectos del cambio climático se están sintiendo de manera muy real en Mauricio. No sólo son visibles a través de la erosión del litoral, sino que también han generado una nueva relación entre los habitantes de las zonas costeras y el mar. Un ejemplo llamativo lo encontramos en Rivière des Galets, en el sur de la isla, donde se encuentra un muro. Se erigió para proteger la aldea del aumento del nivel del agua y los peligros asociados con las tormentas tropicales.
Para los habitantes de Rivière des Galets, la vida ha cambiado considerablemente. Antiguamente disfrutaban de unas impresionantes vistas al mar desde sus casas. Steffi, vecina del pueblo, recuerda con emoción los momentos en los que pudo observar delfines y ballenas desde su casa. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho.
Hoy en día, un muro separa el pueblo del mar. Este muro, construido hace ocho años, fue erigido para proteger a los habitantes de la inmersión provocada por la crecida de las aguas. Los modestos aldeanos han perdido la oportunidad de despertarse frente al océano. Ahora hay que rodear el muro para poder contemplar el mar. Una triste realidad que atestigua las consecuencias del cambio climático.
Daryl, un joven residente de 18 años, confiesa que durante su infancia había arena en el mismo lugar donde ahora se encuentra el muro. El mar estaba más lejos y los niños podían jugar al fútbol y nadar con total seguridad. Hoy los niños ya no pueden disfrutar de este espacio, considerado peligroso. Los pescadores también se han visto afectados, ya que ahora tienen que amarrar sus canoas al final del pueblo.
A pesar de todo, algunos residentes ven el muro como una forma de protección. Prem, un residente de unos 50 años, dice que ahora es mejor que antes, ya que el muro los protege de las inundaciones que una vez envolvieron sus casas y jardines.
Lamentablemente, la situación en Rivière des Galets no es un caso aislado en Mauricio. El país está experimentando una aceleración del aumento del nivel del mar, que ahora ha alcanzado los 5,6 mm por año, superando el promedio mundial de 3,3 mm. La erosión costera afecta a todas las zonas costeras de la isla, llegando a perder en algunas zonas hasta 20 metros de playa. Además, la temperatura media de la isla ha aumentado 1,40 grados centígrados desde los años 60, según Météo Maurice.
La situación en Rivière des Galets pone de relieve las consecuencias concretas del cambio climático sobre las poblaciones costeras. Las medidas de protección, como la construcción de un muro, son una respuesta necesaria para garantizar la seguridad de los residentes ante el aumento de las aguas y las tormentas tropicales. Sin embargo, es imperativo seguir luchando contra el cambio climático y poner en marcha políticas de adaptación para preservar nuestras costas y las comunidades que viven en ellas.