El juicio por la masacre del 28 de septiembre de 2009 en Conakry continúa con la llamada al estrado de un nuevo testigo clave: el general de policía Ansoumane Camara, conocido como Baffoé. Como jefe de las unidades de la CMIS durante este trágico suceso, posee información crucial sobre los acontecimientos que tuvieron lugar ese día.
En un testimonio detallado, Ansoumane Camara describe su llegada cerca del estadio en compañía de un grupo de militares. Afirma haber visto furgonetas del ejército y de la protección del presidente Dadis Camara. La presencia de estos vehículos subraya la participación directa del gobierno en los acontecimientos que siguieron.
El testigo informó entonces que un grupo de militares vestidos con boinas rojas descendieron de las furgonetas y se dirigieron hacia el estadio. Se escucharon disparos, generándose una situación de gran tensión y peligro. Más tarde, el comandante Toumba, ya implicado en el asunto, apareció en compañía de algunos dirigentes. Según el testigo, Toumba los protegió, subrayando así su papel en los hechos ocurridos ese día.
Sin embargo, el presidente del tribunal notó un cambio en el testimonio del general Camara en comparación con sus declaraciones anteriores. Esto plantea dudas sobre la confiabilidad de su testimonio y tal vez presión o influencia para cambiar su versión de los hechos. El tribunal deberá tener en cuenta estas variaciones y compararlas con las pruebas ya presentadas.
Este juicio, que comenzó en un ambiente de gran expectación y esperanza de justicia, continuará en los próximos días. Se espera que nuevos testigos suban al estrado y se presenten nuevas pruebas para arrojar luz sobre los trágicos acontecimientos del 28 de septiembre de 2009. Las víctimas y sus familiares esperan impacientes que se haga justicia y que los responsables de esta masacre sean finalmente responsables de sus acciones.
La celebración de este juicio es un paso importante en la lucha contra la impunidad en Guinea. Da voz a las víctimas y rompe el silencio que a menudo rodea las atrocidades cometidas por las fuerzas de seguridad. Esperemos que este juicio ayude a hacer justicia a las víctimas de la masacre del 28 de septiembre de 2009 y envíe un mensaje claro: ningún crimen quedará impune.