Dakar, la capital de Senegal, es una ciudad bulliciosa y dinámica, pero recientemente se vio sacudida por un caso judicial que atrajo la atención de todos. El alcalde de Dakar, Barthelemy Dias, fue declarado culpable de la muerte de un hombre durante una ola de violencia política en 2011 y su sentencia de prisión fue confirmada por el Tribunal Supremo del país.
Sin embargo, a pesar de esta confirmación de la pena, Barthelemy Dias no será encarcelado, porque su pena estaba cubierta por la prisión preventiva. La sentencia confirmada es una pena de prisión de seis meses con suspensión de la pena durante 18 meses.
Aunque esta condena no supone la destitución de Barthelemy Dias de su cargo de alcalde de Dakar, sí podría poner en peligro su escaño en la Asamblea Nacional.
El abogado de Dias dijo que la condena no pondría en duda su posición como alcalde, pero podría enfrentar consecuencias en términos de su representación nacional.
«El tribunal rechaza el recurso presentado por Barthelemy Toye Dias, alcalde de Dakar», anunció el presidente del tribunal, Abdourahmane Diouf.
Dias no fue requerido para asistir a la lectura de la sentencia. Además de su pena de prisión, también tendrá que pagar 25 millones de francos CFA (unos 38.000 euros) a los herederos de Ndiaga Diouf, la víctima.
Los actos de violencia que llevaron a la muerte de Diouf se produjeron el 22 de diciembre de 2011 durante un ataque al ayuntamiento de Mermoz Sacre-Coeur, uno de los municipios de la capital, perpetrado por partidarios del partido gobernante, bajo la presidencia de Abdoulaye Wade. .
Dias era entonces alcalde de este distrito de la ciudad. Acusa a los gobernantes de haber resucitado este asunto para obstaculizar la candidatura del ex alcalde de Dakar y estrecho aliado, Khalifa Sall, a las elecciones presidenciales de 2024.
El Ministerio de Justicia no respondió a las solicitudes de información de la AFP sobre las consecuencias de esta decisión judicial.
Este asunto suscitó un gran interés y numerosas reacciones en la sociedad senegalesa. Algunos apoyan la condena de Dias, creyendo que debe rendir cuentas de sus acciones, mientras que otros, en particular sus partidarios políticos, creen que se trata de un ajuste de cuentas político.
Independientemente de la opinión, este caso pone de relieve una vez más la importancia de la independencia del poder judicial y la necesidad de garantizar un juicio justo para todos. Senegal, como democracia en crecimiento, debe seguir fortaleciendo su sistema judicial para preservar el estado de derecho y mantener la confianza pública en las instituciones gubernamentales.