«China enfrenta un estancamiento económico: ¿qué futuro le espera a la segunda economía más grande del mundo?»

La economía de China se enfrenta actualmente a un período de estancamiento, situación que contrasta con las predicciones de una rápida recuperación de la pandemia de Covid-19. Si bien alguna vez China fue considerada el motor indiscutible del crecimiento global, ahora el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros expertos la llaman un «freno» económico.

A pesar de los muchos problemas que enfrenta, como la crisis inmobiliaria, el débil gasto y el alto desempleo juvenil, la mayoría de los economistas creen que la segunda economía más grande del mundo alcanzará su objetivo oficial de crecimiento de alrededor del 5% este año. Sin embargo, esta cifra sigue siendo inferior al crecimiento medio anual de más del 6% registrado en la década anterior a la pandemia de Covid, y el año 2024 parece cada vez más sombrío según algunas previsiones. China podría enfrentarse a décadas de estancamiento después.

Sin reformas importantes de mercado, el país corre el riesgo de quedar atrapado en lo que los economistas llaman «la trampa del ingreso medio». Esta teoría se refiere a la tendencia de las economías emergentes a crecer rápidamente para salir de la pobreza, pero a estancarse antes de alcanzar la categoría de altos ingresos.

Durante décadas, desde su reapertura al mundo en 1978, China ha sido una de las principales economías de más rápido crecimiento del planeta. Entre 1991 y 2011, registró un crecimiento anual promedio del 10,5%. Después de 2012, cuando Xi Jinping asumió la presidencia, el crecimiento se desaceleró, pero aún promedió 6,7% en la década hasta 2021.

Sin embargo, según Derek Scissors, investigador principal del American Enterprise Institute, se predice que después de 2024, el crecimiento se desacelerará y China enfrentará desafíos cada vez mayores. Entre estos desafíos se encuentran la corrección del sector inmobiliario en crisis y el descenso demográfico.

El FMI también es pesimista sobre las perspectivas a largo plazo de la economía china. En noviembre, dijo que predijo que la tasa de crecimiento de China alcanzaría el 5,4% en 2023 y luego disminuiría gradualmente hasta el 3,5% en 2028, enfrentando obstáculos como la baja productividad y el envejecimiento de la población.

Varios factores han contribuido a la situación actual de la economía china. Según Logan Wright, director de investigación de mercados chinos de Rhodium Group, la desaceleración de la economía china es estructural y resulta del fin de una expansión sin precedentes del crédito y la inversión durante la última década.

La política de China de eliminar completamente el Covid-19 mediante estrictas medidas de contención y su represión generalizada contra la empresa privada también han dañado la confianza y golpeado la parte más dinámica de la economía..

Las consecuencias de estas políticas son visibles este año con una demanda interna débil y un riesgo de una espiral deflacionaria. La crisis inmobiliaria se ha profundizado y la caída de las ventas de viviendas ha puesto a algunas importantes empresas inmobiliarias al borde del colapso. Esta crisis también afectó al sector bancario paralelo, provocando impagos y protestas en todo el país.

Los gobiernos locales enfrentan desafíos financieros después de tres años de gastos relacionados con Covid y una disminución en las ventas de tierras. Algunas ciudades no pueden pagar sus deudas y han tenido que recortar servicios básicos o prestaciones médicas para las personas mayores.

El desempleo juvenil ha llegado a ser tan alto que el gobierno ha dejado de publicar datos al respecto. Las empresas extranjeras se han vuelto cautelosas ante la mayor vigilancia de Beijing y se están retirando del país. En el tercer trimestre, la inversión extranjera directa (IED) en China registró un saldo negativo por primera vez desde 1998.

Ante esta situación de estancamiento económico, se han hecho algunas comparaciones con Japón, que experimentó dos «décadas perdidas» de crecimiento estancado y deflación tras el estallido de su burbuja inmobiliaria a principios de los años 1990. Sin embargo, Derek Scissors no lo hace. Pienso que China seguirá el mismo camino, al menos no de inmediato. Según él, el crecimiento del PIB de China se mantendrá muy por encima de cero durante el resto de la década de 2020. Sin embargo, el mayor problema económico a largo plazo puede ser la demografía de China.

En última instancia, el actual estancamiento económico de China genera preocupaciones sobre el futuro de la segunda economía más grande del mundo. China necesitará llevar a cabo reformas estructurales y encontrar nuevas fuentes de crecimiento para evitar caer en la «trampa del ingreso medio» y alcanzar el estatus de país de ingreso alto.

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