La visita de Estado del presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, a Francia sigue en preparación, según el ministro argelino de Asuntos Exteriores. Esta visita está condicionada a la resolución de cinco expedientes importantes.
El ministro destacó las cuestiones de la memoria, la movilidad, la cooperación económica, los ensayos nucleares franceses en el Sáhara argelino y la restitución de la espada y el albornoz del emir Abdelkader.
A pesar de que «el presidente tuvo que desplazarse al castillo de Amboise, donde estaba encarcelado el emir Abdelkader (…), las autoridades francesas se negaron a devolverlo, argumentando la necesidad de una ley», precisó el ministro.
En cuanto a los ensayos nucleares franceses, Argelia exige “el reconocimiento de los daños causados” así como una indemnización.
Entre 1960 y 1966, Francia llevó a cabo 17 ensayos nucleares en el Sáhara argelino, en Reggane y luego en Ekker. Los documentos desclasificados en 2013 revelaron una importante lluvia radiactiva que se extendió desde África occidental hasta el sur de Europa.
«Cinco problemas importantes y graves aún no han encontrado solución, pero seguimos trabajando en ellos», reiteró el ministro, subrayando que continúan las visitas entre funcionarios de los dos países para preparar esta visita de Estado.
A principios de agosto, el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune declaró que su visita de Estado a Francia se «mantenía» pero dependía del «programa» del Elíseo, precisando que una «visita de Estado tiene condiciones» y que no es «una visita turística». «.
Esta visita, inicialmente prevista para principios de mayo, se aplazó hasta junio por temor a las manifestaciones del 1 de mayo contra la muy controvertida reforma de las pensiones en Francia, según fuentes consistentes.
Esta visita debía marcar una mejora en las relaciones entre los dos países después de numerosas crisis diplomáticas.
En este artículo, destacamos las complejas cuestiones que rodean la visita de Estado del presidente Tebboune a Francia. Las diversas cuestiones pendientes, como la cuestión de la memoria, los ensayos nucleares y la restitución de bienes culturales, muestran los desafíos que enfrentan los dos países. Esta visita es de particular importancia en el contexto de la relación bilateral y podría allanar el camino para oportunidades de cooperación económica y política. Sin embargo, es fundamental que estas cuestiones se resuelvan satisfactoriamente para que la visita se lleve a cabo. Es de esperar que las negociaciones en curso permitan encontrar soluciones mutuamente aceptables, promoviendo así un diálogo constructivo entre Argelia y Francia.