Escasez de combustible en Guinea: una situación alarmante afecta a la economía y al poder adquisitivo
Desde la explosión del principal depósito de hidrocarburos de Guinea, el país se enfrenta a una grave escasez de combustible. Las consecuencias humanitarias son dramáticas, con 24 muertos y más de 450 heridos. Pero las repercusiones económicas también son muy importantes, con un aumento de los precios del combustible que afecta al poder adquisitivo de los guineanos.
El aumento de las tarifas del combustible ha provocado un aumento de los precios del transporte, lo que ha afectado directamente el costo de los bienes y materias primas vendidos en los mercados. Los hogares guineanos ya están sintiendo los efectos de este aumento en su poder adquisitivo.
Las necesidades de gasolina son particularmente importantes en Guinea, ya que la mayoría de los vehículos del país funcionan con este combustible. Las gasolineras se ven invadidas por colas interminables y la distribución de gasolina se limita ahora a 25 litros para los turismos y a 5 litros para los vehículos de dos ruedas y triciclos. Sin embargo, esta cantidad dista mucho de ser suficiente en un país donde el transporte público es limitado.
Además de los problemas para las personas, la escasez de combustible también afecta a muchos sectores económicos, en particular a la industria minera, que es una de las principales fuentes de divisas del país. Algunas fábricas tuvieron que suspender sus actividades, como la Dinguiraye Mining Company (SMD), filial de la empresa aurífera rusa Nordgold, que se vio obligada a poner a su personal en paro técnico por falta de combustible. Esta situación corre el riesgo de tener importantes repercusiones en la economía guineana.
Ante esta crisis, el gobierno guineano se vio obligado a tomar medidas de emergencia, en particular pidiendo ayuda a las empresas mineras para requisar sus reservas de combustible, en particular el fueloil pesado (HFO) necesario para la producción de electricidad. Además, se han firmado contratos de suministro de combustible con países vecinos, como Costa de Marfil, para garantizar un suministro regular de combustible.
Esta crisis de escasez de combustible promete ser un gran desafío para Guinea. Los servicios públicos y el sector privado están actualmente paralizados y llevará tiempo volver a la normalidad. Mientras tanto, la población guineana sigue sufriendo las consecuencias de esta escasez, tanto a nivel humanitario como económico.