Consejos para adoptar hábitos alimentarios saludables todos los días
Cuando se trata de estar en mejor forma y sentirnos bien con nuestro cuerpo, nuestros hábitos alimentarios juegan un papel vital. A veces los malos hábitos son tan insidiosos que ni siquiera los notamos. Hoy nos centraremos en aquellos hábitos alimentarios que pueden estar impidiendo que alcancemos nuestros objetivos de salud y bienestar.
Saltarse las comidas
Saltarse las comidas, especialmente el desayuno, es un mal hábito alimentario que puede llevar a comer en exceso más tarde durante el día. Saltarse comidas puede parecer una forma rápida de perder peso, pero a menudo termina siendo contraproducente. Cuando nos saltamos comidas, nuestro cuerpo entra en modo de supervivencia y terminamos comiendo en exceso después. Rompamos este ciclo tomándonos el tiempo para comer comidas equilibradas con regularidad.
Comer distraídamente
¿Alguna vez has comido un refrigerio sin siquiera prestar atención mientras navegas por tu teléfono o trabajas? Es un hábito común, pero podría ser el motivo de esos kilos de más no deseados. Cuando comemos sin prestar atención, es fácil consumir más de lo que nuestro cuerpo realmente necesita. Intenta estar presente durante las comidas, apaga las distracciones y observa cuando estás lleno.
Consumir demasiada comida chatarra
Los alimentos procesados tienen un alto contenido de calorías, grasas no saludables y azúcar, y pueden resultar adictivos. También contienen aditivos que pueden contribuir al aumento de peso y alterar nuestros niveles de energía. En cambio, centrémonos en incorporar alimentos reales y naturales a nuestra dieta, como frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales. Son mucho mejores para nuestro cuerpo.
Comer por emoción
Todos recurrimos a la comida en busca de consuelo a veces, pero comer emocionalmente puede convertirse en un hábito frecuente, lo que puede llevar a comer en exceso y pasar factura a nuestro cuerpo. Cuando se sienta estresado, triste o enojado, intente encontrar otros mecanismos para controlar el estrés, como hacer ejercicio, pasar tiempo con sus seres queridos o llevar un diario.
Ignorar porciones
Llenar nuestros platos al máximo puede llevarnos a comer en exceso, incluso si la comida es saludable. Para obtener la figura deseada es importante aprender a dosificar correctamente nuestras comidas, a escuchar a nuestro cuerpo y a parar cuando estamos llenos.
Merienda tarde en la noche
Los refrigerios nocturnos son un hábito al que a muchos de nosotros nos resulta difícil resistirnos. Comer justo antes de acostarnos puede alterar nuestro sueño y provocar un aumento de peso. En lugar de ceder a un refrigerio, intentemos establecer una hora límite para comer por la noche, preferiblemente a las 7 p.m..
Adoptando hábitos alimentarios saludables y dejando de lado los malos hábitos, podemos mejorar poco a poco nuestro bienestar y condición física. Es hora de tomar conciencia de nuestras elecciones alimentarias y hacer ajustes que nos ayudarán a alcanzar nuestros objetivos de salud.