El “Terror Blanco”: un pasado doloroso que aún persigue a los taiwaneses
A medida que se acercan las elecciones presidenciales de Taiwán, es importante recordar el oscuro pasado de la isla, marcado por el «Terror Blanco». En 1947, tras los disturbios contra el gobierno en el poder, miles de taiwaneses fueron víctimas de una sangrienta represión. Durante cuarenta años, la isla estuvo sumida en una dictadura implacable, con su cuota de privaciones de libertades, encarcelamientos injustificados y ejecuciones.
No fue hasta 1987, con el levantamiento de la ley marcial, que Taiwán inició su camino hacia la democracia. Pero las heridas del pasado siguen siendo profundas y la reconciliación de la sociedad taiwanesa es un desafío complejo de superar. Por eso se creó una Comisión de Justicia Transicional, encargada de arrojar luz sobre los abusos cometidos durante estos años oscuros y rehabilitar a las víctimas.
Bajo la presidencia de Tsai Ing-wen, que ha hecho de esta cuestión una prioridad, se han logrado avances significativos. Se eliminaron símbolos de autoritarismo, se analizaron miles de archivos políticos y se abrieron centros terapéuticos para apoyar a las víctimas y sus seres queridos. Sin embargo, la implementación de la justicia transicional es compleja, en particular debido a las diferencias políticas e ideológicas entre los diferentes partidos.
El Kuomintang, uno de los principales partidos políticos de Taiwán, que gobierna la isla desde hace años, resta importancia a los abusos del «terror blanco» justificándolos como necesarios para evitar una invasión comunista. Además, muchos Archivos han desaparecido, lo que dificulta aún más la búsqueda de la verdad.
Por tanto, el “Terror Blanco” sigue siendo una batalla de la memoria que aún divide a la sociedad taiwanesa. Sin embargo, es fundamental reconocer y afrontar el pasado para construir un futuro más justo y democrático. Al mantener la luz sobre estos trágicos acontecimientos, el pueblo taiwanés puede seguir progresando y fortaleciendo su democracia.