Pocas horas después del anuncio de la invalidación por parte de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) de 82 candidatos a las elecciones legislativas en la República Democrática del Congo, las reacciones no se hicieron esperar. Los candidatos afectados expresaron su sorpresa e indignación por esta decisión que los acusa en particular de corrupción, vandalismo de material electoral e incitación a la violencia.
Colette Tshomba, relatora saliente de la Asamblea Nacional, fue una de las primeras en reaccionar. En redes sociales expresó su tristeza por lo que considera una manipulación. Afirma que su campaña política se basa en la experiencia, el conocimiento del campo y la lealtad de sus electores, y que no necesita rebajarse para obtener votos. Cuestiona las motivaciones de la CENI y califica esta decisión de “cacería humana”.
Tryphon Kin-Kiey, presidente del consejo de administración de la Airway Authority (RVA), también reaccionó expresando su sorpresa y afirmando su inocencia. Declara que nunca ha estado en posesión de una máquina de votación y pide a la CENI que presente pruebas que respalden sus acusaciones. También anuncia su intención de llevar este asunto a los tribunales.
Por su parte, Sam Bokolombe, candidato a la circunscripción electoral de Basankusu, rechaza rotundamente todas las acusaciones formuladas en su contra. Afirma no haber cometido nunca un acto de vandalismo ni haber incitado a la violencia contra agentes de la CENI. Pide a la CENI que proporcione pruebas que respalden sus acusaciones y cuestiona la presencia de su nombre en la lista de infractores electorales.
Billy Kambale, secretario general de la Unión para la Nación Congoleña (UNC), anunció que el líder del partido, Vital Kambale, se desvincula de todos los candidatos implicados en fraudes y pide a la CENI que vaya más lejos en su lucha contra este fraude. Comportamiento ético.
Estas reacciones demuestran la confusión y la tensión que reinan en el país en vísperas de las elecciones legislativas. Los candidatos invalidados cuestionan las acusaciones en su contra y exigen pruebas que las respalden. Por lo tanto, la CENI enfrentará desafíos adicionales en su misión de garantizar elecciones transparentes y creíbles.