La noticia estuvo marcada este fin de semana por una animada celebración en Paraguay, que mezcla danza, percusión y magníficos trajes tradicionales. Los afrodescendientes del país iniciaron la celebración del Día de San Baltasar, un evento anual que brinda una oportunidad especial para que los paraguayos afrodescendientes se mantengan conectados con sus raíces africanas.
Juan Medina, percusionista del grupo de ballet Kamba Cua, dice que creció escuchando los ritmos de los tambores, alimentando en él una pasión «por el arte transmitido por mis antepasados».
«Es algo realmente extraordinario para nosotros. Rendimos homenaje a nuestros antepasados de África, los honramos cada 6 de enero y nos reunimos con nuestros amigos para celebrar juntos», explica Benito Medina, director del ballet Kamba Cua de Lázaro Medina.
Agrega que la fiesta Kamba Cua, que significa «negro» en guaraní, es un encuentro de afrodescendientes donde se reúnen amigos de otras comunidades para pasar juntos una velada mágica.
Para algunos afrodescendientes en Paraguay, su arraigo en el país se remonta a 1820, cuando africanos de la etnia Kamba llegaron a la región con el ejército de Artigas.
El equipo de Kamba Cua aprovecha esta oportunidad para rendir homenaje a su santo patrón, al tiempo que resalta su herencia africana con garbo y júbilo.
“A través de Kamba Cua expresamos nuestra cultura a través de la danza, con la esperanza de que el Estado paraguayo implemente políticas públicas para dar a conocer las grandes cosas que logramos”, agrega Juan Medina, percusionista.
Kamba Cua no es sólo un nombre, también es parte de la historia. El distrito fue encomendado a José Gervasio Artigas durante su exilio del Uruguay, encontrando refugio en Paraguay bajo la protección de José Gaspar Rodríguez de Francia.
Este festival anual es mucho más que una simple celebración, es una misión que tiene como objetivo resaltar la cultura afroparaguaya, dándole el reconocimiento y visibilidad que merece.