El vínculo entre el cambio climático y la salud humana es cada vez más claro. En la República Democrática del Congo, los científicos llevaron a cabo un estudio sobre las consecuencias del cambio climático en la prevalencia de determinadas enfermedades en el país.
La malaria, por ejemplo, es una enfermedad cuya incidencia se ve acentuada por las variaciones climáticas. Durante el período de transición entre las estaciones seca y lluviosa, las perturbaciones atmosféricas relacionadas con el fenómeno de El Niño favorecen la multiplicación de mosquitos portadores de la enfermedad. Las inundaciones mortales de noviembre de 2023 también se han asociado con un aumento de la prevalencia de la malaria en Kenia.
Los científicos también han encontrado una correlación entre el cambio climático y los casos de accidente cerebrovascular. Los estudios han demostrado que los períodos de estación seca favorecen un aumento de los casos de accidentes cerebrovasculares. Un estudio de 2002 encontró un pico de la enfermedad entre personas menores de 60 años durante El Niño. Las proyecciones incluso sugieren que la frecuencia de los accidentes cerebrovasculares podría duplicarse para 2050.
Las enfermedades relacionadas con el agua también se ven influenciadas por el cambio climático. El aumento de las temperaturas favorece la proliferación de parásitos en el agua, especialmente en zonas donde el saneamiento es insuficiente. Las prácticas ambientales negligentes provocan la contaminación del agua, lo que provoca enfermedades como el cólera, el dengue, la diarrea y la disentería. En Kinshasa, el aumento de las perforaciones internas para compensar la escasez de agua expone a la población a un alto riesgo de contaminación.
Estos hallazgos resaltan la importancia de tener en cuenta los efectos del cambio climático en las políticas de salud pública. Es esencial implementar medidas de adaptación para prevenir y gestionar estas enfermedades emergentes relacionadas con el clima. Sensibilizar al público sobre las buenas prácticas de higiene, mejorar el saneamiento del agua y monitorear los vectores de enfermedades son medidas cruciales para proteger la salud de las poblaciones frente a los desafíos del cambio climático.
En resumen, el vínculo entre el cambio climático y la salud humana en la República Democrática del Congo está fuera de toda duda. Es probable que aumente la prevalencia de enfermedades como la malaria, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades relacionadas con el agua debido a los efectos del cambio climático. Es necesaria una intervención rápida y coordinada para hacer frente a estas consecuencias nocivas y preservar la salud de la población congoleña.