En un gesto de solidaridad y reconocimiento, los palestinos se reunieron el miércoles (10 de enero) en la Plaza Nelson Mandela de Ramallah para agradecer a Sudáfrica por presentar un caso contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Los participantes portaban pancartas pidiendo un alto el fuego en la Franja de Gaza.
El propio Nelson Mandela comparó la situación de los palestinos en la Franja de Gaza y Cisjordania con la de los sudafricanos negros bajo el sistema del apartheid.
El alcalde de Ramallah, situada en la Cisjordania ocupada, expresó su agradecimiento: «Hoy decimos gracias. Gracias a Sudáfrica», declaró Issa Kassis. «Gracias por presentar una denuncia contra la ocupación ante la CIJ. Creemos que muchos países han sentido nuestro dolor, pero Sudáfrica ha decidido ponerlo por escrito y presentar una denuncia».
El caso está programado para audiencias preliminares el jueves 11 de enero en la CIJ.
La denuncia alega supuestas acciones genocidas israelíes, incluida la matanza de palestinos en Gaza, que causaron graves daños físicos y mentales e infligieron deliberadamente condiciones destinadas a «causar su destrucción física como grupo».
Cinco países, entre ellos Jordania, Turquía y Malasia, han expresado abiertamente su apoyo a la denuncia, mientras que Israel y Estados Unidos se han opuesto.
Según una investigación realizada por la revista +972 y el medio de comunicación en hebreo Local Call, citando varias fuentes actuales y anteriores de la comunidad de inteligencia israelí, el ejército israelí atacó deliberadamente la infraestructura civil.
El portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy, calificó las acusaciones de «difamación sangrienta» y dijo que Israel comparecería ante la CIJ en La Haya para refutar las acusaciones.
Levy también afirmó que la denuncia carecía de «base tanto fáctica como jurídica».
La guerra de Israel en Gaza ha matado a más de 23.200 palestinos. Alrededor de dos tercios de las víctimas son mujeres y niños, según funcionarios de salud.
En el ataque del 7 de octubre, militantes de Hamás entraron en varias comunidades y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles. Secuestraron a unas 250 personas más, de las cuales casi la mitad fueron liberadas.