Los tres gobernadores cuyos nombres aparecían en la lista de candidatos a diputados cuyos votos fueron anulados por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) fueron destituidos recientemente de sus cargos. Esta decisión se produce tras su exclusión de la lista de candidatos por su implicación en fraude, corrupción o posesión ilegal de dispositivos de votación electrónica.
Gentiny Ngobila Mbaka, gobernador de Kinshasa, Bobo Boloko, gobernador de Ecuador, y César Limbaya de la Mongala se vieron obligados a dejar sus puestos. En aras de la continuidad administrativa, los vicegobernadores actuarán mientras tanto a la espera del nombramiento de nuevos gobernadores.
Esta destitución se produce tras un proceso iniciado el 6 de enero, cuando los gobernadores de Mongala y Équateur fueron convocados a Kinshasa. En cuanto a Gentiny Ngobila Mbaka, la Oficina de la Asamblea Provincial de Kinshasa había autorizado un proceso judicial contra él, a petición de la fiscalía ante el Tribunal de Casación. Bajo presión, el gobernador de Kinshasa finalmente dimitió de su cargo en 48 horas.
Esta decisión de destituir a los gobernadores ilustra la voluntad de la CENI de garantizar la integridad de las elecciones y luchar contra el fraude. También demuestra la determinación de las autoridades provinciales de tomar medidas firmes contra cualquier intento de manipular el proceso electoral.
Sin duda, esta destitución tendrá un impacto en la gobernanza de las provincias afectadas y podría allanar el camino para nuevas elecciones para elegir a los sucesores de los gobernadores destituidos. En todos los casos, es crucial mantener la estabilidad administrativa y política en estas regiones para garantizar el buen funcionamiento de las instituciones y el respeto de la voluntad popular.
Es fundamental subrayar que la lucha contra el fraude y la corrupción sigue siendo una prioridad absoluta para la República Democrática del Congo y que se tomarán medidas firmes contra todos aquellos que pretendan comprometer la integridad de las elecciones y la confianza del pueblo congoleño.
La destitución de estos gobernadores es una fuerte señal enviada a todos los actores políticos del país: la voluntad del pueblo debe prevalecer y cualquier intento de manipulación y trampa será severamente castigado. Este es un paso importante hacia unas elecciones transparentes y justas, que son la base de una democracia fuerte y respetada.