El poder por las armas o por las urnas: un debate que agita la provincia del Alto Uele en la República Democrática del Congo. El gobernador de la provincia, Christophe Baseane Nangaa, expresó recientemente su firme oposición a cualquier iniciativa de su «hermano» Corneille Nangaa encaminada a tomar el poder por la fuerza.
En una declaración pública, durante una reunión extraordinaria del Consejo Provincial de Seguridad, el gobernador condenó cualquier acción rebelde encaminada a desestabilizar las instituciones legalmente establecidas. Subrayó que la provincia del Alto Uele es un remanso de paz y de convivencia pacífica entre comunidades, que en ningún caso servirá como base de retaguardia para movimientos insurreccionales.
El gobernador también llamó a la población de la provincia a permanecer alerta y trabajar estrechamente con las fuerzas de seguridad para mantener esta paz y evitar cualquier intento de desestabilización. Advirtió contra fusiones y acusaciones infundadas en su contra debido a sus vínculos familiares con Corneille Nangaa.
Corneille Nangaa, expresidenta de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), anunció recientemente la creación de un movimiento político-militar rebelde llamado Alliance Fleuve Congo (AFC), cuya salida oficial está prevista para el 15 de diciembre de 2023 en Nairobi. Este anuncio provocó fuertes reacciones y preocupaciones sobre la estabilidad del país.
Por ello es fundamental que las autoridades provinciales, apoyadas por la población, se mantengan firmes en su compromiso con la democracia y el orden constitucional. El poder debe adquirirse legalmente, mediante elecciones, no mediante la violencia.
También es importante subrayar que las acciones de Corneille Nangaa y su movimiento rebelde no representan a toda la población de la provincia de Haut-Uele. Los habitantes de esta región son actores de la paz y la convivencia armoniosa y hay que apoyarlos en su deseo de preservar esta estabilidad.
Para concluir, es fundamental condenar cualquier intento de tomar el poder por la fuerza en la República Democrática del Congo. Deben prevalecer la democracia y el respeto del orden constitucional, y el pueblo congoleño tiene derecho a elegir a sus líderes mediante elecciones libres y transparentes. Deben preservarse la paz y la estabilidad de la región del Alto Uele y deben erradicarse todas las formas de violencia.