La retirada de la MONUSCO de la provincia de Kivu del Sur de la República Democrática del Congo está prevista ahora para el 30 de abril de 2024, según una conferencia de prensa conjunta de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo y el gobierno congoleño. Este anuncio marca un paso importante en la transición hacia la responsabilidad exclusiva de las fuerzas de seguridad nacionales de la protección de los civiles.
El Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas y Jefe de la MONUSCO, Bintou Keita, destacó que esta retirada no es una retirada de las Naciones Unidas, sino más bien una transferencia de responsabilidades de seguridad a la autoridad del gobierno congoleño. Este proceso de retirada se llevará a cabo de forma gradual e irá acompañado de una evaluación periódica de su implementación.
A partir del 1 de mayo, la MONUSCO se centrará en las provincias de Kivu del Norte e Ituri, donde seguirá trabajando en colaboración con las fuerzas congoleñas para garantizar la seguridad y protección de las poblaciones. Estas evaluaciones trimestrales permitirán seguir de cerca la aplicación del plan de retirada y ajustar las medidas si es necesario.
La salida de MONUSCO de Kivu del Sur representa un paso importante hacia la consolidación de la soberanía nacional y la responsabilidad del gobierno congoleño en la protección de sus ciudadanos. Sin embargo, es crucial garantizar que las fuerzas de seguridad nacionales estén completamente preparadas y capacitadas para asumir este papel, a fin de garantizar una transición pacífica y responsable.
La MONUSCO seguirá brindando su apoyo y experiencia a la República Democrática del Congo, antes, durante y después de la retirada. Las Naciones Unidas siguen comprometidas a apoyar al país en sus esfuerzos por promover la estabilidad, la seguridad y el desarrollo sostenible.
Esta salida de la MONUSCO de Kivu del Sur es un paso significativo en la historia de la República Democrática del Congo y constituye una oportunidad para el fortalecimiento de las capacidades nacionales y el desarrollo de una paz duradera en la región. Esperemos que esta transición sea exitosa y que la República Democrática del Congo pueda garantizar plenamente la seguridad y el bienestar de su población.