La violencia atribuida a los rebeldes ugandeses de las ADF continúa sacudiendo las aldeas de Babungbe y Biakato, situadas en el territorio de Mambasa, en la República Democrática del Congo. Al menos nueve civiles han perdido la vida en ataques recientes, lo que ha provocado indignación y miedo entre la población local.
El domingo por la mañana, el pueblo de Babungbe fue escenario de una verdadera tragedia. Los atacantes, identificados como miembros de las ADF, decapitaron a varios aldeanos, dejando tras de sí un paisaje macabro. Algunos también han sido secuestrados, dejando a sus seres queridos en la angustia y la incertidumbre. Desgraciadamente, sólo tres cadáveres fueron encontrados y enterrados; los demás aún permanecen en el lugar de la tragedia.
La violencia no se detuvo allí. Más tarde esa misma tarde, la aldea de Biakato también fue atacada. Un joven perdió la vida en un ataque con machete, mientras que un niño resultó herido de bala. Los rebeldes también saquearon casas comerciales, demostrando violencia gratuita y búsqueda de ganancias.
Lamentablemente, estos ataques no se limitan a la región de Mambasa. Los combatientes de las ADF siguen sembrando terror y destrucción, atacando a civiles inocentes. En diciembre pasado, un ataque similar ya se cobró la vida de dos personas y provocó el secuestro de dos niñas gemelas en el pueblo de Mayuwano.
Ante esta desastrosa situación, la población local vive en constante temor. Las autoridades pertinentes deben tomar medidas urgentes para proteger a los civiles y poner fin a esta violencia. Es fundamental fortalecer los esfuerzos de seguridad y coordinar acciones con las fuerzas internacionales presentes en la región.
En conclusión, los recientes ataques atribuidos a los rebeldes de las ADF en las aldeas de Babungbe y Biakato subrayan la importancia de luchar contra estos grupos armados y garantizar la seguridad de las poblaciones locales. Es hora de tomar medidas concretas para poner fin a esta violencia y permitir que los residentes vivan en paz y seguridad. La comunidad internacional debe apoyar los esfuerzos del gobierno congoleño frente a esta amenaza persistente.