Artículo: Patrice-Emery Lumumba y Laurent-Désiré Kabila: ¿qué legado político?
Hace 63 y 23 años, el Congo perdió a dos de sus figuras emblemáticas: Patrice-Emery Lumumba y Laurent-Désiré Kabila. Hoy, mientras se celebra su conmemoración, es momento de cuestionar el legado político dejado por estos dos líderes.
Michel Bisa Kibul, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Kinshasa, plantea ciertas preocupaciones a partir del himno nacional congoleño. A través de estas preguntas, destaca los fracasos en la preservación de los ideales políticos de Lumumba y Kabila.
El primer punto planteado se refiere a la frase “Debout congolais”. Esta expresión hace referencia al orgullo y la fuerza del pueblo congoleño. Sin embargo, Michel Bisa se pregunta si el pueblo congoleño está realmente de pie hoy. Según él, el Estado no ha dado suficientes razones al pueblo para luchar por las causas nacionales. Evoca así a un pueblo que estaría «acostado» y que carecería de motivación para defender los intereses superiores de la nación.
El segundo punto se refiere a la idea de unidad, expresada con las palabras «Unidos en el esfuerzo, unidos en el esfuerzo». Michel Bisa cuestiona esta unidad del pueblo congoleño. Destaca las tensiones tribales y étnicas que surgieron durante el proceso electoral en la República Democrática del Congo y alimentaron el discurso de odio. Recuerda que incluso Kasavubu, oponente político de Lumumba, había exigido su liberación y su participación en la mesa redonda que condujo a la independencia. Esta visión de unidad parece hoy comprometida.
El tercer punto se refiere a la idea de recuperación, simbolizada por la frase «Levantemos nuestros frentes largamente curvados». Michel Bisa se pregunta si nuestros frentes están realmente levantados hoy. Menciona los ataques permanentes de los que es víctima la República Democrática del Congo por parte de sus vecinos y otros socios. Cita en particular la aceptación por parte de Nairobi de la creación de un movimiento subversivo destinado a luchar contra el poder de Kinshasa, prueba de la debilidad congoleña frente a Kenia. Esta situación pone en duda la soberanía y la dignidad del país.
Finalmente, el himno nacional menciona la idea de paz, garantía de la grandeza del país y de su gente. Sin embargo, Michel Bisa destaca las incesantes masacres en el este de la República Democrática del Congo, así como la ocupación de parte del territorio por parte de Ruanda. Cuestiona la calidad de los hombres que pueblan el país, refiriéndose a las numerosas violencias e injusticias que persisten.
Frente a estas observaciones, Michel Bisa pide una revalorización de la ética y una moralización de la vida cotidiana y pública. Es fundamental luchar contra las agresiones que sufre la RDC: la agresión armada, la agresión del hambre y la agresión de los vicios. Insiste en la necesidad de acabar con los antivalores y legar a las generaciones futuras la herencia política y moral recibida de Lumumba y Kabila.
En conclusión, los asesinatos de Patrice-Emery Lumumba y Laurent-Désiré Kabila dejaron un inmenso vacío político en el Congo. Es hora de reflexionar sobre el legado que dejaron estos líderes y tomar medidas para preservar y mejorar sus ideales. La República Democrática del Congo necesita recuperar su orgullo, su unidad y su soberanía para construir un futuro mejor para sus ciudadanos.