Agricultura: un actor clave en la acción climática y la seguridad alimentaria
Dado que se ha confirmado que 2023 será el año más caluroso jamás registrado, los expertos destacan el papel fundamental de la agricultura en la lucha contra el cambio climático y al mismo tiempo garantizan la seguridad alimentaria mundial.
Según Kaveh Zahedi, director de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), esto genera preocupación.
“No debemos acostumbrarnos a que estos récords caigan uno tras otro, porque tienen consecuencias, entre ellas un aumento de la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, incendios forestales, sequías, inundaciones, etc. Todo esto tiene un impacto en las poblaciones, especialmente en aquellas en primera línea como la comunidad agrícola. Por eso estos registros importan…»
Aunque los sistemas agroalimentarios contribuyen alrededor de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, algunos expertos, incluido Zahedi, creen que también tienen un enorme potencial para una acción climática positiva.
«Las granjas no sólo deben producir alimentos. También pueden generar energía renovable. Esta energía se puede utilizar en la granja para invernaderos, para bombear agua, para riego, o se puede compartir con la red eléctrica, o incluso mejor, utilizar residuos agrícolas. transformarlo en combustibles, biocombustibles. Todas estas soluciones entran dentro de la agricultura energéticamente inteligente, y este es precisamente el tipo de trabajo que llevamos a cabo con los países dentro de la FAO».
En diciembre, las naciones alcanzaron un acuerdo histórico en la cumbre climática COP28 en Dubai para hacer la transición de la economía global a la energía renovable. La Declaración sobre Agricultura, Alimentación y Clima de la cumbre recibió el respaldo de 137 países, y se anunciaron 3.500 millones de dólares para reponer el Fondo Verde para el Clima.
«Près de 1,5 milliard de dollars ont été mobilisés, et ces fonds ont été spécifiquement utilisés pour mettre en œuvre ces solutions, pour une gestion durable des terres et des mers. Cette approche a déjà donné d’excellents résultats. Nous avons maintenant plus de 100 millions d’hectares de terres gérés de manière durable, ce qui a permis de réduire les émissions de gaz à effet de serre de plus de 500 millions de tonnes, et cela entraîne de réels avantages en termes d’emplois verts et de medios de subsistencia.»
Según el Informe sobre la brecha de emisiones de 2023, publicado antes de la COP28, el mundo debe reducir las emisiones en un 42% para 2030 para limitar el calentamiento a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales.