¿Sabías que existen variedades de sandías que no son rojas? Aunque estamos acostumbrados a ver las sandías de color rosado o rojo, en realidad existe diversidad de colores entre estas deliciosas frutas.
El origen de las sandías amarillas se remonta a más de 5000 años en África, mucho antes de la aparición de las sandías rojas. A través de cuidadosas técnicas de cruce, finalmente se crearon sandías rojas. Hoy en día, aunque son raras, se pueden encontrar sandías amarillas en algunos países, incluida Nigeria.
Pero, ¿en qué se diferencian las sandías amarillas en sabor? Según los expertos, el color de una sandía puede decir mucho sobre su sabor. Las sandías amarillas tienen un sabor dulce parecido a la miel, algunos incluso las consideran naturalmente más dulces que las sandías rojas. En general, las sandías amarillas y anaranjadas son más dulces que las de pulpa rosada o roja. Además, las sandías sin semillas tienen una textura más crujiente que las que tienen semillas.
Además de su delicioso sabor, las sandías amarillas son una excelente fuente de vitamina A y C, esenciales para mantener una piel sana y fortalecer el sistema inmunológico.
Pero ¿qué es lo que da a las sandías su color amarillo? Bueno, las sandías amarillas obtienen su color del licopeno, un antioxidante que también se encuentra en los tomates. Algunas otras frutas y verduras, como las cerezas, los arándanos, las uvas y las batatas moradas, también contienen antocianinas, los flavonoides responsables de su color.
Las sandías tradicionales, por su parte, deben su color que va del rosa al rojo al licopeno.
En conclusión, junto a las tradicionales sandías rojas, existe una variedad de sandías amarillas que tienen un sabor dulce y un color único. Si tienes la oportunidad de encontrarlos, no dudes en probarlos e incorporarlos a tu dieta para beneficiarte de sus beneficios para la salud.