Un dron de las FARDC llevó a cabo un ataque contra una posición del M23 a primera hora de la mañana del 19 de enero en Kilolirwe, territorio de Masisi, Kivu del Norte. Este ataque fue confirmado por fuentes locales, quienes informaron haber escuchado disparos entre las 4 y las 5 de la mañana. Según estas mismas fuentes, la posición rebelde fue destruida.
Los rebeldes del M23 también confirmaron este ataque en su cuenta X. Afirman que mataron a civiles, sacrificaron vacas y destruyeron propiedades privadas, incluida una fábrica de queso ubicada en la granja Hope.
Se trata de un nuevo ataque con drones del ejército congoleño contra la rebelión del M23 en la región. Estos ataques recurrentes demuestran la voluntad de las FARDC de luchar y debilitar a los grupos rebeldes que persisten en Kivu del Norte.
El conflicto entre el M23 y las fuerzas gubernamentales ha sido una gran preocupación en la región durante muchos años. Los combates provocaron desplazamientos masivos de población, violencia y considerables pérdidas humanas. Este reciente ataque pone de relieve la persistencia de tensiones y enfrentamientos armados en la región, a pesar de los esfuerzos por lograr una resolución pacífica del conflicto.
Es importante destacar que los ataques dirigidos con drones también plantean dudas sobre el respeto del derecho internacional humanitario. Los civiles suelen ser las primeras víctimas de este tipo de ataques y es fundamental garantizar su protección en estas situaciones de conflicto.
En conclusión, el ataque con aviones no tripulados a la posición del M23 en Kilolirwe es el último de una serie de ataques del ejército congoleño en su lucha contra los grupos rebeldes en Kivu del Norte. Esto pone de relieve la persistencia de las tensiones y la violencia en la región y exige esfuerzos continuos para lograr una paz duradera.