La situación carcelaria se está deteriorando en la prisión central de Idiofa, en la provincia de Kwilu. En las últimas dos semanas, al menos tres detenidos han perdido la vida debido a la desnutrición y la falta de atención médica. Esta triste realidad pone de relieve las difíciles condiciones que enfrentan los presos, que a menudo permanecen recluidos durante años sin ser juzgados.
De una población carcelaria de unas ochenta personas, muchos reclusos padecen sarna y no tienen acceso a agua potable. La situación es alarmante y requiere una intervención urgente del gobierno para asignar magistrados adicionales y mejorar las condiciones de detención en la Prisión Central de Idiofa.
Arsène Kasiama, coordinador de la nueva sociedad civil, denuncia estas detenciones prolongadas y pide medidas inmediatas. Según él, muchos jóvenes permanecen detenidos durante años sin ser juzgados, lo que los lleva a perder peso y sufrir condiciones de vida precarias. Algunos detenidos incluso han estado encarcelados durante tres o cuatro años, encerrados día tras día en condiciones insoportables.
La parálisis judicial en territorio Idiofa es una de las principales causas del hacinamiento carcelario y la falta de atención sanitaria. El tribunal de paz y la fiscalía tienen cada uno un solo magistrado, lo que dificulta mucho la celebración de audiencias en casos penales. Esta preocupante situación pone de relieve la urgente necesidad de llenar estas vacantes y permitir que los detenidos sean juzgados de manera justa y dentro de plazos razonables.
Es esencial tomar medidas concretas para remediar esta situación inhumana. Se deben realizar inversiones para mejorar las instalaciones penitenciarias, proporcionar atención médica adecuada a los reclusos y garantizar su acceso a agua potable y una dieta equilibrada. Además, es fundamental fortalecer el sistema judicial asignando más magistrados a esta región.
La situación actual en la Prisión Central de Idiofa es intolerable y pone de relieve las injusticias que ocurren en el sistema de justicia. Es nuestro deber llamar la atención sobre estos problemas y pedir medidas urgentes para poner fin a esta situación inaceptable. Deben respetarse los derechos fundamentales de los detenidos y preservarse su dignidad. La reforma del sistema penitenciario es crucial para garantizar la justicia y el respeto de los derechos humanos en nuestra sociedad.