Babatunde Fashola, ex ministro de Obras Públicas de Nigeria, negó recientemente los rumores de que recibió miles de millones de naira del gobierno federal después de ocho años de servicio. Durante una entrevista en Arise TV el 20 de enero de 2024, Fashola reveló que solo disfruta de una pensión mensual de 577.000 naira del estado de Lagos.
A pesar de las especulaciones, negó categóricamente haber recibido sumas significativas al final de su mandato. «A pesar de todas las historias de que recibimos miles de millones de dinero, siempre lo he negado. Todo lo que recibo es una pensión mensual de 577.000 naira, constantemente», subrayó.
Cuando se le preguntó sobre otros posibles beneficios económicos, el ex ministro respondió negativamente y afirmó que no recibió ninguno del gobierno federal.
Cuando se le preguntó qué consejo podría dar a los funcionarios públicos actuales, Fashola dijo que no estaba en condiciones de dar consejos, pero los instó a permanecer fieles y auténticos en el desempeño de sus funciones.
Aunque se le consideraba un miembro potencial del gobierno del presidente Bola Tinubu, Fashola fue excluido de cualquier cargo ministerial.
En septiembre de 2023 declaró que no necesitaba ningún título ni responsabilidad oficial para servir en la actual administración.
Esta declaración de Fashola provocó numerosas reacciones y preguntas sobre su papel y su futuro político. Algunos se preguntan por qué un ex ministro tan experimentado y competente fue excluido del gobierno.
Sin embargo, a pesar de esta situación, Fashola se centra en su compromiso con Nigeria y su voluntad de servir al país, ya sea a título oficial o no.
Se espera que los funcionarios públicos actuales aprendan de la autenticidad e integridad que Fashola ha demostrado a lo largo de su carrera política. Nigeria necesita líderes honestos y dedicados para abordar los desafíos que enfrenta el país y trabajar por el bienestar de la gente.
La reputación de Fashola como político honesto y competente permanece intacta. Quizás esta exclusión del gobierno sea una oportunidad para que dé un paso atrás y considere formas en las que pueda seguir contribuyendo al desarrollo del país, ya sea fuera del gobierno o como un asesor influyente.
De cualquier manera, la historia de Babatunde Fashola es un recordatorio de que, a pesar de los reveses políticos, es posible continuar sirviendo significativamente a su país y marcar una diferencia en la vida de las personas. Su ejemplo debería inspirar a las generaciones futuras de líderes a ser fieles a sus principios, sin importar los obstáculos que encuentren.