El cine africano está este año en el punto de mira de la Berlinale, uno de los festivales de cine más prestigiosos del mundo. Con tres películas africanas seleccionadas en la competición oficial, África destaca y confirma su potencial artístico en constante crecimiento.
Entre estas películas, “La Colline parfumée” del director mauritano Abderrahmane Sissako, marca el regreso de este último tras una larga ausencia. La película cuenta una conmovedora historia de amor entre un joven marfileño y el dueño de una tienda de té en China. Esta producción nos sumerge en el corazón de la comunidad africana de Cantón y nos introduce en los desafíos y emociones que enfrentan los protagonistas.
Otro director africano que destaca este año en la Berlinale es Mati Diop, ganadora del Gran Premio del Festival de Cannes en 2019 por su película “Atlantique”. Con su nuevo documental titulado «Le Retour», Diop aborda un tema candente: la restitución por parte de Francia de los tesoros del reino de Dahomey, en Benin. Esta película nos invita a reflexionar sobre cuestiones de patrimonio, memoria y justicia histórica.
Además de estos dos directores de renombre, Túnez también está en el punto de mira con la primera película de Meryam Joobeur, «Me el Ain» (De dónde venimos). Esta producción destaca los talentos emergentes del cine tunecino y nos sumerge en una historia conmovedora donde se mezclan la música y el misticismo.
Finalmente, Namibia hace un notable debut en la Berlinale con una coproducción de la película “Pépé” del director dominicano Nelson Carlo de los Santos Arias. La historia de este hipopótamo traído de África para ser exhibido en un zoológico de Colombia plantea interrogantes sobre la explotación de los animales salvajes y las consecuencias de la globalización.
Esta notable presencia del cine africano en la Berlinale atestigua la diversidad y la riqueza de las producciones cinematográficas del continente. Estas películas nos ofrecen una mirada única a realidades sociales y culturales poco exploradas en el panorama cinematográfico global. Reflejan una África en movimiento, innovadora y creativa.
Al apoyar y exhibir estas películas, la Berlinale contribuye a la promoción del cine africano y permite al público internacional descubrir toda la diversidad y profundidad de esta industria en auge. Una oportunidad que no deben perder los cinéfilos que buscan nuevas experiencias cinematográficas.