La educación es un pilar esencial del desarrollo de un país, pero en la República Democrática del Congo (RDC) muchos desafíos obstaculizan la calidad de la educación básica. Desde la llegada de la educación gratuita en 2019, muchas voces se han alzado para denunciar una disminución alarmante en la calidad de la educación en el país.
Según testimonios recogidos, la hacinamiento en las aulas es uno de los mayores problemas. Las escuelas públicas están viendo un número cada vez mayor de estudiantes, que supera con creces los estándares recomendados. Un aula debería albergar un promedio de 30 estudiantes, pero muchas escuelas terminan con números mucho mayores. Esta superpoblación dificulta la gestión y la atención individualizada de los estudiantes, lo que inevitablemente impacta en la calidad de la enseñanza.
Otro factor que contribuye al deterioro de la calidad de la educación es la precaria situación de los profesores de primaria. Muchos no están mecanizados y luchan por llegar a fin de mes con salarios insuficientes. Algunos ni siquiera tienen número de registro, lo que los priva de ciertos beneficios y derechos. Esta precariedad financiera y administrativa tiene un impacto directo en su motivación y en su inversión en educación, lo que penaliza a los estudiantes.
Frente a esta realidad, es fundamental tomar medidas para mejorar la calidad de la educación básica en la República Democrática del Congo. Unicef, a través de su especialista en educación, Felana Alidersan, destaca la importancia de reducir la saturación de las aulas mediante la creación de nuevos establecimientos, la contratación de más docentes y la mejora de la infraestructura educativa existente.
Por su parte, Jacques Tshimbalanga, coordinador nacional de la Coalición Nacional por la Educación para Todos (CONEPT/RDC), insiste en la urgencia de mejorar las condiciones de vida de los docentes, ofreciéndoles salarios dignos y formación continua y oportunidades de avance profesional. También destaca la necesidad de fortalecer la supervisión y evaluación de los docentes, con el fin de garantizar una calidad óptima de la enseñanza.
Para superar estos desafíos y mejorar la calidad de la educación básica en la República Democrática del Congo, es esencial adoptar un enfoque integral y coordinado. Esto requiere un fuerte compromiso por parte del gobierno, los socios internacionales, las comunidades locales y la sociedad civil. Invertir en educación, tanto financieramente como en términos de recursos humanos, es una inversión a largo plazo que contribuirá al desarrollo armonioso del país.
En conclusión, la situación actual de la educación básica en la República Democrática del Congo requiere esfuerzos sostenidos para garantizar una educación de calidad para todos los niños.. Al reducir el hacinamiento en las aulas, mejorar las condiciones de vida de los docentes y fortalecer la infraestructura educativa, la República Democrática del Congo podrá ofrecer a las nuevas generaciones las herramientas necesarias para su desarrollo personal y contribuir al desarrollo de su país. La educación es la clave para un futuro mejor, por eso es fundamental darle la importancia y los recursos que merece.