El emir Mohamed Reda Senoussi regresa a Libia el 9 de febrero, por iniciativa del primer ministro de Trípoli, Abdelhamid Dbeibah. Este regreso provoca fuertes reacciones dentro del país, con opiniones divergentes sobre sus motivaciones y el impacto que podría tener en el futuro de Libia.
Para los monárquicos libios, Mohamed Reda Senoussi es considerado el heredero legítimo al trono, porque es nieto del emir derrocado por Muammar Gaddafi en 1969. Estos realistas apoyan la idea de un retorno a la monarquía, con el restablecimiento del poder. Constitución de 1951, que según ellos permitiría reunificar el país y dar mayor autonomía a las regiones.
Sin embargo, los expertos acusan a Abdelhamid Dbeibah, el primer ministro, de tener motivos menos nobles para facilitar el regreso del emir. Algunos dicen que busca consolidar su propio poder y bloquear a posibles candidatos presidenciales, como el mariscal Khalifa Haftar o Seif al-Islam Gaddafi, hijo del coronel Gaddafi.
Por su parte, Mohamed Reda Senoussi afirma que desea establecer un diálogo nacional para encontrar una solución a la actual situación en Libia. Recuerda que la situación está marcada por divisiones, tensiones y luchas por el poder, y cree que el retorno a la monarquía es el único resultado viable.
Este regreso del emir Mohamed Reda Senoussi suscita también la atención de los Hermanos Musulmanes libios, que apoyan su postura. Según ellos, el regreso a un régimen monárquico es la única solución para el país.
Queda por ver cómo se producirá el regreso del emir y cuáles serán las consecuencias de su llegada a Libia. Muchos seguirán de cerca la evolución de esta situación, que podría tener un impacto importante en el futuro político de Libia.
En conclusión, el regreso del Emir Mohamed Reda Senoussi a Libia suscita apasionados debates sobre sus motivaciones y el futuro político del país. Mientras que los realistas lo ven como el heredero legítimo al trono y abogan por un regreso a la monarquía, otros son más escépticos sobre las intenciones del Primer Ministro y resaltan las cuestiones políticas en juego. Sólo queda observar la evolución futura para saber qué impacto tendrá esta llegada en la escena libia.