La lucha contra la falsificación y la venta de productos ilegales es una cuestión importante para la salud de los consumidores y el crecimiento económico de un país. Recientemente, las autoridades nigerianas llevaron a cabo una importante operación de incautación en las regiones de Sokoto y Zamfara, en colaboración con las autoridades sanitarias y la policía.
El contralor del NCS a cargo de la zona de Sokoto/Zamfara, Musa Omale, dijo que los productos incautados fueron el resultado de confiscaciones realizadas por el NCS en el estado. Añadió que estos productos fueron certificados como no aptos para el consumo por la NAFDAC (Agencia Nacional de Seguridad de Alimentos y Medicamentos) y la operación contó con el apoyo de la NDLEA (Agencia Nacional para el Control de Drogas).
Según la Sección 245 de la Ley NCS de 2023, el departamento tiene autoridad para confiscar bienes que violen las leyes aduaneras e impositivas y disponer de ellos de la manera que el departamento considere apropiada. El Contralor Zonal ha advertido a los contrabandistas que pongan fin a estos actos atroces, que son perjudiciales para la salud de los nigerianos y el crecimiento económico del país.
También aseguró que el NCS, como custodio de las fronteras nacionales, seguirá velando por que no crucen la frontera mercancías peligrosas para el consumo humano y perjudiciales para la economía. Omale pidió una mayor sinergia entre las fuerzas de seguridad y los ciudadanos para librar al país de los contrabandistas.
El coordinador estatal de NAFDAC en Sokoto, Alhaji Garba Adamu, agradeció al NCS su inquebrantable colaboración para proteger la vida y la salud de los nigerianos. Destacó que cualquier producto alimenticio o medicamento que no haya sido examinado, registrado y aprobado por la NAFDAC se considera no apto para el consumo humano, ya que no se garantiza su calidad y seguridad.
Este ejemplo de lucha contra la falsificación demuestra una vez más el compromiso de las autoridades nigerianas para proteger a los consumidores y garantizar la calidad de los productos comercializados en el país. Sin embargo, es esencial aumentar la conciencia pública sobre los peligros de la falsificación, fortalecer la cooperación entre las diferentes agencias de seguridad y establecer medidas más estrictas para combatir eficazmente este flagelo.