Las redes sociales están turbulentas en Camerún tras graves acusaciones de secuestros, amenazas, violaciones y explotación sexual. Un hashtag en Twitter, #StopBopda, ha reunido más de 100.000 publicaciones sobre el escándalo que sacude actualmente al país.
Todo comenzó cuando el activista N’ZUI MANTO compartió el testimonio de una presunta víctima que acusaba de violencia al heredero de un poderoso conglomerado empresarial. Desde este suceso han surgido en las redes sociales numerosos testimonios anónimos de mujeres y hombres, acusando de proxenetismo a influencers y ocultación de testimonios por parte de determinados miembros de las fuerzas de seguridad.
La movilización en las redes sociales llevó a los internautas a exigir la apertura de una investigación por parte del fiscal general, y una petición ya ha recogido más de 13.000 firmas. Sin embargo, algunos de ellos siguen siendo escépticos sobre la capacidad y la voluntad del sistema de justicia camerunés para manejar adecuadamente las acusaciones de violencia contra las mujeres.
Según un informe del UNFP, casi un millón de personas necesitarán protección contra la violencia de género en Camerún en 2022. Las cifras son alarmantes: el 39% de las mujeres camerunesas de entre 15 y 49 años han sido víctimas de violencia física desde los 15 años. generalmente de una persona cercana.
Durante años, el silencio prevaleció sobre esta violencia. Sin embargo, cada vez más personas hablan y los casos reportados van en aumento, llegando ahora a más del 40%. Una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia física, sexual o psicológica a lo largo de su vida, según la Ministra de Promoción de la Mujer y la Familia.
Ante estas alarmantes cifras, la organización Women in Entrepreneurship (WETECH) creó en 2023 una aplicación llamada AlertGBV. Esta aplicación tiene como objetivo ayudar a las sobrevivientes de violencia de género proporcionándoles recursos y apoyo personalizado.
También se informó que se ha presentado un caso contra el presunto violador en serie. Este último también habría iniciado una acción por difamación contra sus acusadores.
A raíz de este escándalo, aumentan los llamamientos para movilizar a la juventud camerunesa, en particular el 11 de febrero, Día Nacional de la Juventud, así como el 8 de marzo, Día Internacional de los Derechos de la Mujer. Ya es hora de poner fin a la cultura de silencio e impunidad que rodea esta violencia misógina y hacer que los responsables rindan cuentas.
Camerún debe tomar medidas concretas para proteger a sus mujeres y luchar contra la violencia de género. La sociedad civil, los activistas y el gobierno deben trabajar juntos para implementar políticas y mecanismos de prevención eficaces que pongan fin a esta terrible realidad. Se deben escuchar las voces de los supervivientes y respetar sus derechos.. Se acabó el tiempo de la inacción, es hora de actuar.