“Las escuelas de Mangina siguen cerradas tras los violentos enfrentamientos: ¿cómo podemos garantizar la educación de los niños en las zonas afectadas por el conflicto en la República Democrática del Congo?”

Las escuelas primarias Somicar 1 y 2, así como la escuela infantil Somicar de Mangina, en el territorio de Beni, en Kivu del Norte, permanecen cerradas desde los violentos enfrentamientos ocurridos hace dos semanas entre el ejército congoleño y presuntos miembros del grupo Mayi-Mayi.

Según Enoch Kavyavu Musibao, director de la subdivisión de educación primaria, secundaria y técnica de la ciudad de Oicha, estas escuelas no han reabierto debido a su proximidad a la zona donde tuvieron lugar los combates. Explica que estas escuelas, ubicadas en las afueras de la comuna de Mangina en el lado oeste, son consideradas una zona de riesgo debido a la presencia del enemigo.

Para garantizar la seguridad de los estudiantes, se decidió, en consulta con las autoridades municipales y los directores de las escuelas, trasladar temporalmente las escuelas de las afueras al centro de Mangina. Se organizarán clases de recuperación para compensar los días de enseñanza perdidos.

Respecto al plan de recuperación, Enoch Kavyavu Musibao anuncia que se hizo la recomendación de revisar el horario de clases para poder recuperar al menos una hora diaria. Así, los estudiantes podrán continuar su aprendizaje en las escuelas del centro municipal de Mangina, donde la seguridad está mejor garantizada.

Esta situación pone de relieve los desafíos que enfrentan las comunidades escolares en las zonas afectadas por el conflicto en la República Democrática del Congo. La educación de los niños a menudo se ve interrumpida, lo que afecta su acceso a la educación y su desarrollo futuro.

Las autoridades y los actores educativos deben trabajar juntos para garantizar la seguridad de las escuelas y los estudiantes, con el fin de brindarles un entorno propicio para el aprendizaje y la construcción de un futuro mejor. Los esfuerzos de reconstrucción y estabilización en las zonas afectadas por el conflicto son esenciales para permitir que los niños regresen a la escuela y continúen su educación.

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