En Zimbabwe, el gobierno se prepara para lanzar una campaña de vacunación contra el cólera mañana lunes 29 de enero. Esta enfermedad, que se está extendiendo de manera preocupante en el país, ha afectado ya a más de 20.000 personas y causado 500 muertes.
Los primeros casos de cólera se registraron hace menos de un año, a unos cien kilómetros de la capital. Lamentablemente, como ocurre cada año durante la temporada de lluvias, el número de casos ha aumentado. Este año, la epidemia es mayor de lo habitual, con un aumento de mil contagios cada semana, especialmente en los centros urbanos.
La situación es especialmente alarmante en Harare, la capital, debido a su densidad de población y al mal estado del sistema de distribución de agua. Muchas zonas de la ciudad no están conectadas a la red de agua potable y los residentes se ven obligados a sacar agua de pozos que a menudo están contaminados por excrementos.
La Federación Internacional de la Cruz Roja está preocupada por las consecuencias del período actual, donde los viajes son más frecuentes debido a las vacaciones, los viajes familiares y el regreso a clases. Todas estas situaciones favorecen la propagación de la epidemia.
La campaña de vacunación lanzada por el gobierno es, por tanto, una medida crucial para contener la enfermedad. Cada dosis proporciona seis meses de protección. Lamentablemente, los suministros de vacunas son insuficientes y es difícil obtener nuevas dosis. Según los expertos, es hora de repensar la forma en que gestionamos las epidemias de cólera en África. Fabricar vacunas localmente podría ser una solución a considerar.
Es importante destacar que el cólera no es un fenómeno nuevo en África. Desafortunadamente, las epidemias son comunes y requieren una gestión más proactiva por parte de los gobiernos y las organizaciones internacionales.
En conclusión, la situación del cólera en Zimbabwe es alarmante y la enfermedad se propaga rápidamente. La campaña de vacunación es un primer paso importante, pero es fundamental repensar las estrategias de prevención e intervención para hacer frente a estas epidemias recurrentes. Es hora de invertir en la fabricación local de vacunas y mejorar la infraestructura sanitaria para proteger a la población.