La competencia desleal en el sector agrícola es un tema que preocupa a muchos agricultores franceses. En particular, la importación de tomates marroquíes de menor costo se cita a menudo como un ejemplo evidente de esta situación. A lo largo de los años, las importaciones de tomate de Marruecos han aumentado significativamente, de 400.000 toneladas en 2021-2022 a casi 430.000 toneladas en la última temporada.
Este aumento de los volúmenes importados también estuvo acompañado de un aumento del valor de las exportaciones marroquíes. Como Francia es el principal importador de tomates marroquíes en Europa, una parte importante de estas importaciones se reexporta luego a otros países.
La principal preocupación de los agricultores franceses es la competencia desleal que consideran que sufren por parte de los productores marroquíes. De hecho, los costos laborales en Marruecos son mucho más bajos que los de Francia. Mientras que el coste por hora de la mano de obra marroquí es de sólo 98 céntimos, en Francia alcanza más de 12 euros, lo que lo convierte en uno de los costes laborales más caros de Europa.
Además de los costes laborales, los agricultores franceses denuncian también un «dumping medioambiental» por parte de los productores marroquíes. De hecho, las normas medioambientales no son las mismas en Marruecos, lo que permite a los productores marroquíes beneficiarse de una ventaja competitiva injusta. Los agricultores franceses destacan especialmente el problema de la sobreexplotación de los recursos hídricos subterráneos en Marruecos, ligada al desarrollo del riego.
Ante esta situación, la Asociación de Productores de Tomates y Pepinos de Francia pide reformas concretas a nivel europeo para garantizar una competencia leal. En particular, pide un mejor etiquetado de los productos importados para informar a los consumidores sobre su origen. Según la asociación, es importante que los consumidores estén informados sobre el origen de los productos que compran para que puedan tomar decisiones informadas y apoyar a los agricultores locales.
En conclusión, la competencia desleal en el sector agrícola, con la importación de tomates marroquíes más baratos, preocupa a los agricultores franceses. Es esencial encontrar soluciones para garantizar una competencia leal y apoyar a los agricultores locales, garantizando al mismo tiempo una transparencia suficiente para los consumidores.