La crisis económica de China continúa causando estragos en los mercados financieros y generando preocupación entre los inversores de todo el mundo. A pesar de los recientes intentos de Beijing de aumentar la confianza en la economía y frenar una caída prolongada de las acciones, los inversores continúan apresurándose a salir.
La Bolsa de Valores de Shanghai experimentó su mayor caída semanal desde octubre de 2018, cayendo un 6,2%, mientras que el índice de Shenzhen registró su mayor caída en tres años, cayendo un 8,1%. Desde principios de año, los índices han perdido más del 8% y el 15% respectivamente.
Entre los muchos problemas que enfrenta la segunda economía más grande del mundo se encuentran una caída récord del mercado inmobiliario, un alto desempleo juvenil, deflación y una tasa de natalidad en rápido descenso.
El Fondo Monetario Internacional pronostica un crecimiento anual del producto interno bruto de China de solo el 4,6% este año, frente al 5,2% en 2023, uno de los desempeños más débiles en décadas. Se espera que este crecimiento se desacelere aún más hasta alrededor del 3,5% en 2028.
La semana comenzó con la liquidación de Evergrande, la promotora inmobiliaria más endeudada del mundo y símbolo de la crisis inmobiliaria. Pero la medida ha planteado muchas preguntas sobre el futuro de esta importante empresa y de otros promotores inmobiliarios insolventes.
A pesar de las medidas adoptadas por el gobierno chino para intentar restablecer la confianza, los inversores siguen preocupados por la trayectoria de la economía china. Aún no hay indicaciones claras sobre las medidas que se deben tomar para reactivar el crecimiento económico. Los inversores chinos con los que hablaron los analistas del Bank of America tienen bajas expectativas de estímulo gubernamental.
Esta crisis económica en China contrasta fuertemente con el éxito de la economía india, cuyos índices bursátiles han alcanzado nuevos récords en los últimos meses. India disfruta de un rápido crecimiento económico, con una previsión de crecimiento del PIB del 6,5% en 2024 y 2025, superando a otras economías mundiales importantes.
En conclusión, China enfrenta una importante crisis económica, con impactos negativos en los mercados financieros y la confianza de los inversores. Mientras las autoridades chinas intentan encontrar soluciones para estimular el crecimiento, sigue existiendo incertidumbre sobre el futuro de la economía china. Mientras tanto, India está disfrutando de un período de sólido crecimiento económico, lo que la convierte en un destino atractivo para la inversión.