La Iglesia Anglicana de la diócesis de Kindu, situada en la provincia de Maniema, acaba de hacer un gesto notable al dotar a la escuela primaria de Kibisa de un nuevo edificio. Este último se compone de seis aulas, un despacho, una sala de reuniones, una biblioteca y un bloque de aseos. Esta iniciativa forma parte del proyecto de Educación del obispo de la diócesis, que tiene como objetivo mejorar las condiciones de estudio de los niños de esta remota región de la localidad de Kindu.
El coordinador de las escuelas anglicanas aprobadas, Fikirini Mankamba, expresa su agradecimiento a la Iglesia Anglicana por este loable gesto. Subraya el compromiso constante del obispo de la diócesis de Kindu para apoyar al gobierno congoleño en el ámbito de la educación. En efecto, el obispo no duda en rehabilitar escuelas, adquirir terrenos para la construcción de nuevas escuelas y equiparlas. Un apoyo que merece ser bienvenido y que refuerza la cooperación con las autoridades gubernamentales congoleñas.
Por su parte, el obispo anglicano de la diócesis de Kindu, Zacharie Katanda, pide a los beneficiarios de este nuevo edificio que lo aprovechen teniendo en cuenta el gran número de niños que asisten a la escuela. Inicialmente previsto para acoger a unos 60 estudiantes por clase, el establecimiento cuenta ahora con hasta 120 estudiantes, superando las expectativas iniciales. Por tanto, el obispo anima a los padres a inculcar disciplina a sus hijos para preservar la limpieza y la buena gestión de la escuela.
El costo de las obras de rehabilitación de esta escuela se estima en 91.416 dólares estadounidenses, una inversión considerable para brindar un mejor ambiente de aprendizaje a los niños de la región. Esta acción de la Iglesia Anglicana de la diócesis de Kindu demuestra una vez más su compromiso con la educación y el bienestar de los niños congoleños.
Al proporcionar un nuevo edificio a la escuela primaria de Kibisa, la Iglesia Anglicana está demostrando su compromiso con la educación y la mejora de las condiciones de estudio de los alumnos. Este gesto contribuirá sin duda al desarrollo de los niños de la región de Kindu, proporcionándoles un marco propicio para el aprendizaje y fortaleciendo los vínculos de cooperación entre la Iglesia y las autoridades educativas del país. Un buen ejemplo a seguir para otros actores de la sociedad civil que deseen invertir en la educación y el desarrollo de su comunidad.