En Kenia están surgiendo duras críticas tras la trágica explosión de un camión que transportaba bombonas de gas en Nairobi. El incidente ocurrió la noche del jueves 1 al viernes 2 de febrero, en el distrito residencial de Embakasi, dejando tres víctimas y más de 280 heridos. Las autoridades kenianas están ahora bajo fuego, acusadas de negligencia y corrupción.
El presidente de Kenia, William Ruto, se pronunció recientemente sobre el desastre y denunció públicamente la corrupción y la incompetencia de los funcionarios responsables de permitir la construcción de una planta de almacenamiento de gas en una zona residencial. Estas acusaciones fueron corroboradas por la Autoridad Nacional de Gestión Ambiental, que reveló que una empresa había obtenido un permiso de instalación en febrero de 2023, pero de manera no conforme al procedimiento. Se pidió la dimisión de cuatro empleados de la organización.
Sin embargo, el año pasado la Autoridad Reguladora de Energía y Petróleo rechazó claramente tres veces la construcción de esta fábrica, situada en el lugar de la explosión. Además, el Instituto del Petróleo de África Oriental dijo que el sitio era «ilegal» y que el propietario había sido multado o encarcelado previamente. Ante estas pruebas, la prensa keniana denuncia un «sistema incompetente», mientras el presidente insta a destituir a los funcionarios implicados y a procesarlos.
Un comunicado de prensa de los ministros de Energía y del Interior reveló también que el llenado de las bombonas de gas implicaba «múltiples conexiones» al depósito, aumentando así el riesgo de fugas y explosiones. Las investigaciones policiales ya han conducido a la detención de un agente encargado de vigilar el lugar de la explosión.
Este trágico suceso plantea muchas preguntas sobre la seguridad y las normas vigentes en Kenia. Los críticos están llegando en masa, exigiendo reformas profundas para evitar tragedias similares en el futuro. La población está de luto y exige responsabilidades, mientras las autoridades kenianas se enfrentan a una importante crisis de confianza. Es crucial que se tomen medidas concretas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y castigar a los responsables de esta tragedia.