Estados Unidos critica el aplazamiento de las elecciones presidenciales en Senegal: una votación que, según ellos, no es “legítima”
Estados Unidos ha expresado su profunda preocupación tras la votación del Parlamento senegalés que aprobó el aplazamiento de las elecciones presidenciales y prorrogó así el mandato del presidente Macky Sall. En un comunicado, el Departamento de Estado calificó la votación como contraria a la tradición democrática del país y cuestionó su legitimidad. Esta reacción estadounidense constituye una de las críticas más virulentas lanzadas por un socio clave ante la crisis política que sacude actualmente a Senegal.
Las circunstancias que rodearon esta votación también causaron preocupación en Estados Unidos. De hecho, el parlamento aprobó el aplazamiento de las elecciones presidenciales en condiciones controvertidas. Los parlamentarios que se opusieron a la votación fueron incluso evacuados por la fuerza por la policía. En este contexto, Estados Unidos cree que la votación no puede considerarse legítima.
Por ello, el Departamento de Estado instó al gobierno senegalés a organizar las elecciones presidenciales de conformidad con la Constitución y las leyes electorales. Esta reacción estadounidense marca una ruptura con los demás socios de Senegal y subraya el alcance de la crisis institucional que el país vive actualmente.
Senegal se enfrenta a una de las crisis políticas más graves desde su independencia en 1960. El aplazamiento de las elecciones presidenciales, inicialmente previstas para el 25 de febrero, despertó la indignación de la oposición y de muchos socios extranjeros. La organización de África Occidental Cédéao pidió a Senegal que restablezca el calendario electoral lo antes posible.
Además, las autoridades senegalesas han restablecido el acceso a Internet para datos móviles, tras haberlo suspendido durante dos días. Esta medida pretende frenar las movilizaciones, pero ha provocado una ola de emoción en las redes sociales. A pesar de esto, las protestas callejeras siguen siendo relativamente limitadas. Sin embargo, la oposición y la prensa informan de varias detenciones.
La inhabilitación de Ousmane Sonko, principal opositor del presidente Macky Sall, también sembró el desorden. Bassirou Diomaye Faye, miembro del mismo partido político que Sonko, vio validada su candidatura a pesar de su encarcelamiento. Esta situación podría crear un escenario de pesadilla para el bando presidencial.
A pesar del aplazamiento de las elecciones, algunos candidatos han indicado que tienen intención de continuar su campaña electoral. Sin embargo, su proyecto enfrenta muchos obstáculos.
Esta crisis institucional sin precedentes hunde a Senegal en un período de incertidumbre política. La reacción estadounidense destaca la importancia de la situación y la necesidad de respetar los principios democráticos en el país. Senegal tendrá que encontrar rápidamente una solución a esta crisis para preservar la estabilidad política y la confianza de sus socios internacionales.