“La reconstrucción de nuestro país: por qué la colaboración entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil es crucial”

Al reflexionar sobre el estado de nuestro amado país, no nos detengamos en lo que nos divide y obstaculiza, sino en las oportunidades que se presentan. Debemos reconstruir nuestra nación juntos.

En un contexto político tan tenso como este año electoral en Sudáfrica, para muchos de nosotros resulta tentador hundirnos en la apatía y la desesperación, creyendo que el colapso inminente del país es inevitable. Sin embargo, adoptar esa actitud es peligroso y resulta sumamente desalentador que algunos líderes empresariales ya lo estén haciendo.

A pesar de los preocupantes llamados a detener toda colaboración del sector privado con el gobierno, supuestamente para luchar contra la corrupción, la sociedad civil dice que cuando se trata de reconstruir la confianza entre el gobierno y el sector privado, “estamos listos para comprometernos”.

Aunque la corrupción y la mala gestión han sido la raíz de muchas fallas importantes del sistema que han obstaculizado el desarrollo del país, los líderes de la industria no pueden adoptar una actitud dividida y pesimista cuando soluciones creíbles indican colaboración entre todos los sectores de la sociedad.

Los líderes gubernamentales han admitido sus fallas en la prestación de servicios a su pueblo y parecen estar tomando medidas para permitir que el sector privado ayude a reconstruir la economía en crisis y los sistemas que obstaculizan la prestación de servicios en este país en crisis.

Los intercambios recientes entre entidades gubernamentales y el sector privado son alentadores y sugieren que está en marcha un proceso de transformación, en el que el gobierno confiará un papel más importante al sector privado en la mejora de la prestación de servicios a los pobres y en el mejoramiento de las comunidades.

La continua espiral descendente que viven las principales empresas públicas que no han optado por la privatización es prueba de ello. Es alentador ver que algunos funcionarios gubernamentales están comenzando a involucrarse con el sector privado y están más comprometidos a encontrar soluciones que incluyan poner entidades públicas a disposición de empresas privadas para encontrar soluciones más eficientes y sostenibles.

Quienes sugieren públicamente que las entidades privadas que trabajan con el gobierno apoyan la corrupción están haciendo declaraciones mal informadas y peligrosas que sólo amplían aún más la brecha de desconfianza entre las organizaciones públicas y privadas.

Si bien no es ningún secreto que el crimen y la corrupción son grandes problemas en el país, en lugar de empujar a más inversionistas a irse, seamos parte de la solución..

Aplaudo las contribuciones de Adrian Gore, director ejecutivo de Discovery Limited, Niel Froneman, director ejecutivo de Sibanye Gold, y Busisiwe Mavuso, director ejecutivo de Business Leadership SA (BLSA), así como de muchos otros, a esta conversación nacional. Todos estos líderes de la industria han entablado conversaciones con el gobierno sobre cómo las entidades privadas pueden colaborar con las entidades públicas para optimizar su capacidad de brindar los servicios de los que son responsables.

La ciudadanía activa, en lugar de sentarse y esperar a que el país colapse, es la única posición moral creíble que podemos mantener. Quienes viven en el lujo deben ser más sensibles a la enorme disparidad de riqueza y desempeñar su papel para garantizar que se enseñen habilidades y se creen oportunidades que permitan a los más necesitados construir vidas donde el agua y los alimentos no sean una crisis diaria.

Sin embargo, condeno enérgicamente a quienes utilizaron la captura del Estado, la corrupción y el interés propio narcisista para robarle al país y a sus ciudadanos. Deben prevalecer líderes y funcionarios dedicados, dispuestos a servir a su país, una hazaña que no se puede lograr de la noche a la mañana.

Desafío a quienes ocupan posiciones de poder a dar el ejemplo y perseguir a quienes roban recursos y tiempo de nuestro país y su gente. He conocido a muchos líderes honorables en el sector gubernamental, ellos son quienes deben estar empoderados para promover una cultura de liderazgo ético.

La sociedad civil es una pieza importante del rompecabezas.

El gobierno necesita el complejo industrial sin fines de lucro para llenar los vacíos en la prestación de servicios que su modelo históricamente marxista de control centralizado no ha hecho más que empeorar. A medida que el gobierno involucra al sector privado para el uso de entidades y recursos estatales para ayudar a cumplir su mandato, la sociedad civil es un elemento crucial a considerar en la conversación.

La trayectoria actual hacia asociaciones público-privadas es un paso positivo para abordar la falta de rendición de cuentas del gobierno y, al mismo tiempo, garantizar que los recursos estatales y los fondos privados se utilicen de manera sostenible en beneficio de la sociedad, y no solo de aquellos en los sectores público y privado que se benefician de corrupción y desigualdad.

Hago hincapié en que la sociedad civil y las organizaciones sin fines de lucro deben ser partes interesadas en estas asociaciones, para garantizar que se tengan en cuenta las necesidades de los más vulnerables de nuestra sociedad y que se escuchen todas las voces. Es fundamental crear una plataforma inclusiva donde gobierno, sector privado y sociedad civil trabajen de la mano para transformar nuestro país..

En conclusión, en lugar de caer en el pesimismo y la división, es imperativo que adoptemos una actitud de colaboración y reconstrucción. El gobierno, el sector privado y la sociedad civil deben trabajar juntos para encontrar soluciones duraderas que antepongan los intereses del país y sus ciudadanos. Al adoptar un enfoque proactivo y participar activamente, podemos lograr un cambio real y construir un futuro mejor para nuestro país.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *