La crisis política entra en una nueva etapa con la negativa de François Bayrou a unirse al gobierno de Emmanuel Macron. Esta decisión resalta las diferencias fundamentales entre los dos hombres y expone las tensiones dentro de la mayoría presidencial.
François Bayrou, aliado histórico de Emmanuel Macron, siempre ha sido un firme partidario del presidente francés. Sin embargo, esta relación ha tenido altibajos desde su primer encuentro en 2016. En ese momento, Bayrou desconfiaba de Macron, a quien veía como un joven ambicioso y sin experiencia electoral. También destacó las similitudes entre el proyecto social de Emmanuel Macron y el de Nicolas Sarkozy.
A pesar de estas reservas, finalmente se concluyó una alianza en febrero de 2017, cuando Macron era candidato en las elecciones presidenciales. François Bayrou, consciente de los peligros de la fragmentación política, decidió apoyar a Macron para bloquear a la extrema derecha. Esta manifestación está marcada por una propuesta de alianza durante una rueda de prensa. Los dos coinciden en la necesidad de promover la probidad en la política, lo que constituye un punto de inflexión en la campaña de Macron.
Sin embargo, surgieron tensiones durante las negociaciones para las elecciones legislativas de junio de 2017. François Bayrou lamentó que los ejecutivos de En Marche no hubieran respetado los acuerdos previamente establecidos. Esta situación revela las dificultades para conciliar los intereses de MoDem y los de En Marche, y pone de relieve la inestabilidad de esta relación política.
Hoy, la negativa de Bayrou a entrar en el gobierno pone de relieve una vez más los profundos desacuerdos que existen entre los dos hombres. Bayrou critica la «deriva tecnocrática» del ejecutivo y afirma que la política seguida está en contradicción con la promesa de «gobernar de otro modo» formulada durante la campaña presidencial. Esto también abre la discusión sobre el lugar del MoDem dentro de la mayoría presidencial y el impacto que esto podría tener en la actual reorganización del gobierno.
Esta crisis política entre François Bayrou y Emmanuel Macron pone de relieve las dificultades para conciliar intereses políticos y las tensiones que pueden derivarse de ellas. También plantea dudas sobre la capacidad del presidente para mantener el apoyo dentro de la mayoría presidencial. Continuará en los próximos días para saber cómo se resolverá esta crisis y cuáles serán las consecuencias para el ejecutivo.