“Crisis política en Senegal: elecciones aplazadas y manifestaciones violentamente reprimidas”

Senegal está sacudido por fuertes tensiones políticas tras la decisión del presidente Macky Sall de posponer las elecciones previstas para el 25 de febrero. Las manifestaciones de oposición fueron reprimidas violentamente por la policía, que utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

Según la Constitución, el Consejo Constitucional está facultado para aplazar la votación en determinadas circunstancias, como muerte, incapacidad permanente o retirada de candidatos. Sin embargo, esta decisión fue fuertemente cuestionada por la oposición, que acusa al presidente Sall de violar la Constitución y aferrarse al poder.

Los manifestantes exigen el respeto de la Constitución y la celebración de elecciones en el plazo previsto. También denuncian la violencia policial y piden el fin de la violencia y el retorno a la paz.

Las manifestaciones tuvieron lugar en varias ciudades del país, incluidas Ziguinchor y Diourbel. Lamentablemente, un estudiante perdió la vida durante los enfrentamientos en Saint-Louis.

Los enfrentamientos en Dakar provocaron el cierre de carreteras principales, perturbaron el tráfico ferroviario y afectaron a importantes mercados. La violencia despertó la indignación y la condena de muchos líderes políticos y de la sociedad civil.

La oposición política y los candidatos rechazaron la decisión de aplazar la decisión y la calificaron de «golpe de estado». A varios parlamentarios de la oposición se les impidió votar a favor del aplazamiento durante una sesión parlamentaria, lo que alimentó aún más la ira y la frustración.

En otro gesto de protesta, varios candidatos de la oposición presentaron un recurso ante el Tribunal Supremo para revocar el decreto presidencial. Se espera que el Consejo Constitucional emita su decisión en aproximadamente una semana, pero el presidente Sall se niega a decir si aceptará o no la decisión del Tribunal si rechaza el aplazamiento.

A la espera de las elecciones, previstas ahora para el 15 de diciembre, el Presidente Sall permanece en el poder, ampliando así su mandato más allá de la fecha inicial prevista para su fin en abril.

Esta tensa situación política y las protestas son un reflejo de los profundos desacuerdos y sentimientos de frustración que persisten en Senegal. El respeto a la Constitución y el mantenimiento de la paz son esenciales para garantizar una transición política pacífica y democrática.

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