Título: La lucha contra el feminicidio en Kenia: una marcha histórica por la seguridad de las mujeres
Introducción :
Kenia ha sido testigo de una movilización sin precedentes contra la violencia de género, con miles de mujeres y sus aliados saliendo a las calles de Nairobi, Mombasa, Kisumu, Eldoret, Kilifi y otras ciudades. La ola de protestas se produce tras un aumento en el número de mujeres asesinadas en el país, con 14 casos reportados sólo en enero. Esta crisis de feminicidios, cuya magnitud varía según las estimaciones, involucra a cientos de mujeres asesinadas cada año en Kenia. Cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito indican que 725 mujeres fueron asesinadas en 2022.
La frustración por el fracaso político a la hora de combatir esta violencia fue palpable durante las protestas, especialmente en Nairobi, donde Esther Passaris, representante parlamentaria de las mujeres del condado de Nairobi, fue abucheada durante su intento de dirigirse a los manifestantes. Algunos han criticado su presencia en las protestas vinculándola con el actual régimen del presidente William Ruto, considerándola una maniobra política oportunista.
El triste estado de las figuras:
Según una encuesta de 2022 sobre la salud y la demografía del país, el 34% de las mujeres encuestadas informaron haber sido víctimas de violencia física desde los 15 años (en comparación con el 27% de los hombres), incluido el 16% que denunció violencia durante los 12 meses anteriores a la encuesta. También están generalizadas las actitudes que justifican la violencia contra las mujeres. En la misma encuesta, el 43% de las mujeres y el 35% de los hombres dijeron que estaba justificado que el marido golpeara a su esposa por al menos una de las ocho razones enumeradas, como negarse a tener relaciones sexuales, infidelidad, abandono de los hijos, llegar tarde a casa, salir. sin permiso, discutiendo o negándose a cocinar adecuadamente.
Conclusión :
La histórica marcha de Kenia contra el feminicidio demuestra la creciente ira por la violencia de género en el país. Los manifestantes expresaron claramente su frustración con los dirigentes políticos y, en particular, con Esther Passaris, considerada una oportunista política. Existe una necesidad urgente de que el gobierno tome medidas concretas para garantizar la seguridad de las mujeres y combatir las actitudes culturales que justifican la violencia contra ellas. La intensa movilización demuestra que la sociedad keniana ya no está dispuesta a tolerar esta violencia y que exige acciones concretas para poner fin al feminicidio. El mundo ahora está observando cómo responderá el gobierno a este grito de angustia.