Cuando se desatan los elementos naturales, las consecuencias pueden ser trágicas. Recientemente, la localidad de Mogincual, en la provincia de Nampula en Mozambique, fue escenario de un rayo que provocó la pérdida de cuatro personas y heridas a otras tres. Esta triste noticia pone de relieve los peligros que enfrenta la población durante el mal tiempo.
Al mismo tiempo, el país se prepara para afrontar la tormenta Filipo, que amenaza con tormentas violentas a las provincias del sur y del centro. Como Filipo tocó tierra y podría convertirse en una tormenta tropical severa antes de disiparse en el mar, las autoridades piden precaución.
Las fuertes precipitaciones registradas han hecho temer que se produzcan deslizamientos de tierra, poniendo en alerta a vecinos y autoridades. El Instituto Nacional de Meteorología (Inam) de Mozambique advierte a los barcos y embarcaciones que tomen precauciones.
La temporada de lluvias y ciclones, que dura de octubre a abril, es un período delicado en Mozambique, donde los desastres naturales no son infrecuentes. Los residentes deben estar atentos y preparados para afrontar los caprichos del tiempo.
Esta situación nos recuerda una vez más la fragilidad del hombre frente a la naturaleza, y la necesidad de tomar medidas preventivas para reducir los riesgos y proteger la vida humana. Mantenerse informado sobre las alertas meteorológicas y seguir las recomendaciones de las autoridades pertinentes es fundamental para garantizar la seguridad de todos.