“El robo de petróleo en Nigeria: un desafío económico y de seguridad que hay que superar”

Lucha contra el robo de petróleo en Nigeria: un gran desafío para la seguridad y la economía

La situación del robo de petróleo en Nigeria sigue siendo crítica a pesar de los esfuerzos por ponerle fin. Reps. Alhassan Ado-Doguwa, presidente del Comité Especial sobre Robo de Petróleo, condenó enérgicamente las prácticas durante una reunión con la Corporación Nacional de Petróleo de Nigeria (NNPC) en Abuja. Este encuentro tuvo como objetivo comprender las causas profundas del robo de petróleo en el país y encontrar soluciones efectivas para ponerle fin.

Las cifras son alarmantes: NNPC ha registrado no menos de 9.000 violaciones en sus oleoductos en el espacio de un año. Entre 2022 y ahora, la empresa ha desactivado 6.465 refinerías ilegales y eliminado 4.876 conexiones ilegales de oleoductos de las 5.570 identificadas. Esta situación es intolerable y representa una grave amenaza para la seguridad y la economía del país.

Mele Kyari, directora general del grupo NNPC, señaló que el robo de petróleo es un problema endémico y complejo en Nigeria. A pesar de los esfuerzos realizados, es difícil garantizar la seguridad de las infraestructuras petroleras frente a los saboteadores. Esta situación no sólo compromete la producción petrolera sino que también afecta los ingresos del país.

Para combatir este flagelo, la seguridad es clave. La NNPC ha tomado medidas para integrar todas las agencias de seguridad en una plataforma común, incluidos los servicios de seguridad privada. Es imperativo proteger estos activos vitales, que son la principal fuente de ingresos del país, de actores no estatales.

La transparencia y la cooperación entre las autoridades y los actores del sector petrolero son esenciales para poner fin al robo de petróleo. Es hora de adoptar medidas concertadas para erradicar este flagelo y garantizar un futuro más seguro y próspero para Nigeria.

En última instancia, la lucha contra el robo de petróleo es una cuestión importante que requiere medidas urgentes y coordinadas por parte de todas las partes interesadas. La seguridad, la transparencia y la cooperación son las claves para poner fin a este fenómeno devastador y proteger los intereses del país.

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