La República Democrática del Congo (RDC) vio recientemente la firma de una quinta enmienda crucial al contrato minero con el Chinese Enterprise Group (GEC), bajo el gobierno del presidente Félix Tshisekedi. Esta ceremonia marca un punto de inflexión en las relaciones entre las dos partes, con el objetivo de restablecer un equilibrio en el que todos ganen.
La enmienda en cuestión demuestra el deseo de reforzar la cooperación bilateral, en particular duplicando el importe de la inversión china en infraestructuras viarias, de 3.200 a 7.000 millones de dólares. Esta enorme inyección de fondos debería permitir la construcción de cerca de 5.000 kilómetros de carreteras adicionales, según declaraciones del ministro de Infraestructuras y Obras Públicas, Alexis Gisaro.
Además, esta modificación establece la participación de la RDC del 40% en el capital de SICOHYDRO, entidad encargada de explotar el yacimiento de Busanga. Esta medida tiene como objetivo fortalecer la soberanía del país aprovechando los recursos minerales presentes en su suelo.
Cabe recordar que este contrato, iniciado en 2008, otorgaba yacimientos mineros congoleños a cambio de obras de infraestructura realizadas por empresas chinas. Sin embargo, el presidente Tshisekedi expresó recientemente reservas sobre los términos iniciales de este acuerdo, que consideraba desfavorables para la República Democrática del Congo.
La firma de esta enmienda, que reequilibra las asociaciones entre la RDC y la CEG, abre nuevas perspectivas para el desarrollo económico y la explotación sostenible de los recursos del país. Un paso importante para construir una cooperación más equitativa y rentable para todas las partes involucradas.