Desde su despliegue en Kivu del Norte en el marco de la Operación Springbok, la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) ha sido objeto de un violento ataque en Sake. Ocho cascos azules resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, durante este trágico incidente del 16 de marzo. Fueron rápidamente evacuados para recibir la atención necesaria.
La jefa de la Misión, Bintou Keita, condenó enérgicamente este ataque y expresó sus deseos de recuperación a los miembros de los Cascos Azules afectados. La MONUSCO está dispuesta a apoyar cualquier investigación encaminada a identificar a los responsables de esta agresión, para que puedan ser llevados ante la justicia nacional o internacional.
Además, el Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo reafirma el compromiso de la MONUSCO junto con las fuerzas de defensa y seguridad congoleñas de fortalecer las patrullas conjuntas y unilaterales destinadas a proteger a la población civil. También pide el fin inmediato de la violencia perpetrada por grupos armados contra civiles, pidiendo en particular al grupo armado M23 que deponga las armas y respete los términos de la Hoja de Ruta de Luanda.
Este incidente pone de relieve una vez más la necesidad de fortalecer la seguridad y la estabilidad en la región de Kivu del Norte, y la MONUSCO sigue decidida a continuar sus esfuerzos para proteger a las poblaciones vulnerables y contribuir a la consolidación de la paz en la República Democrática del Congo.