En Gabón, el futuro político del país está en el limbo mientras se avecina el tan esperado diálogo nacional, siete meses después del golpe. Un grupo de partidos políticos, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil han expresado su preocupación por la organización y el formato de esta crucial reunión. En un memorando presentado al arzobispo de Libreville, que presidirá el diálogo, la plataforma Acción Patriótica para Gabón (APG) subraya las tensiones derivadas del decreto presidencial que rige el evento.
Entre los puntos de fricción, la falta de carácter soberano del diálogo, a pesar de las seguridades del presidente. La APG también está preocupada por la selección de los participantes, denunciando una posible injerencia en la independencia de los diferentes actores. En respuesta a estas preocupaciones, el grupo pide la anulación del decreto presidencial y el aplazamiento del diálogo. Propone la creación de un organismo preparatorio independiente para revisar la organización del evento y restablecer la confianza en esta fase de transición política.
Ante estas exigencias, el arzobispo se comprometió a transmitir las quejas al presidente y a consultar a los ministerios competentes. Para algunos activistas, el actual proceso de preparación para el diálogo nacional es visto como una forma para que los militares en el poder consoliden su control. Algunos incluso están considerando boicotear el evento si no se toman medidas concretas para garantizar la transparencia y la equidad del proceso.
En este tenso contexto, el futuro del país parece depender de la resolución de estas diferencias y del establecimiento de condiciones propicias para un diálogo inclusivo y constructivo. La comunidad internacional sigue atenta a la evolución de la situación en Gabón y espera que los actores políticos puedan encontrar puntos en común para promover una transición democrática y pacífica.