El director del Mossad, David Barnea, viajará a Doha para continuar las conversaciones de alto el fuego con los qataríes y egipcios, los principales interlocutores de Hamás, según un diplomático familiarizado con las discusiones.
Las negociaciones deberían tener lugar el próximo lunes, según el diplomático. Reuters también anunció la esperada presencia del jefe de la agencia de inteligencia israelí.
Según información de CNN, si se llega a un acuerdo, éste se hará en varias fases:
Como primer paso, Hamás propone la liberación de mujeres israelíes rehenes, incluidos soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, así como ancianos, enfermos y heridos. Unos 40 rehenes de los 100 que se calcula que están vivos podrían verse afectados. El último plan de Hamás también exige la liberación de entre 700 y 1.000 prisioneros palestinos, según un diplomático cercano a las discusiones.
En una segunda fase, Hamás propone que cada parte libere a todos los rehenes restantes, entre los que se incluirían soldados varones de las FDI y más prisioneros palestinos.
Sin embargo, el punto de fricción más difícil pueden ser las demandas de Hamás, después del intercambio inicial de rehenes y prisioneros, de que Israel acepte un alto el fuego permanente y la retirada del ejército israelí de Gaza.
El gobierno israelí ha declarado repetidamente que estos términos son inaceptables, diciendo que continuará oponiéndose a Hamás hasta la «victoria total».
La oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu dijo el viernes que Hamás «persiste en hacer exigencias poco realistas», pero anunció que un equipo israelí pronto viajaría a Doha para mantener más conversaciones.