El año 2024 ya se perfila como un año récord en términos de temperaturas, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas. Después de una década marcada por récords de calor, el planeta se encuentra «al borde del abismo», ante un caos climático sin precedentes. Las olas de calor, las inundaciones, las sequías y los incendios incontrolados están aumentando, provocando miseria y caos, tanto humano como económico.
El aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera está alcanzando niveles récord, acentuando el calentamiento global. El año 2024 bien podría superar las temperaturas del año anterior, colocando al planeta en una situación crítica. Esto tiene consecuencias desastrosas para los ecosistemas marinos, los arrecifes de coral y el nivel del mar, que alcanzó niveles récord en 2023.
A pesar de esta alarmante observación, hay un rayo de esperanza. Las capacidades de producción de energía renovable experimentaron un aumento significativo en 2023, allanando el camino para soluciones sostenibles para combatir el cambio climático. Es esencial que se tomen medidas concretas e inmediatas para limitar los efectos nocivos de este desequilibrio climático global.
En conclusión, es imperativo afrontar esta importante crisis climática y trabajar juntos para preservar nuestro planeta y garantizar un futuro viable para las generaciones futuras. El tiempo se acaba, pero aún es posible actuar para revertir la tendencia actual y proteger nuestro medio ambiente.