Con el constante aumento del precio del pan en Nigeria, los residentes expresan preocupación por la situación actual. Según el último informe de la Oficina Nacional de Estadísticas, el precio medio de un pan de 500 g aumentó un 89,48% interanual, de 553,03 ₦ en febrero de 2023 a 1.047,86 ₦ en febrero de 2024. Este aumento tiene un impacto directo en el vida cotidiana de los nigerianos, que ven el pan convirtiéndose en un producto de lujo en lugar de una necesidad básica.
Los testimonios recogidos muestran una reducción del consumo de pan en los hogares. Las familias que antes compraban dos hogazas de pan para consumo habitual han tenido que cambiar sus hábitos alimentarios debido a estos aumentos de precios. Algunos han optado por alternativas más asequibles como akamu (paletas de maíz) y akara (buñuelos de frijoles) para sustituir el pan en su dieta.
Los factores que contribuyen a este aumento de precios incluyen la guerra en Ucrania, el aumento de los tipos de cambio y la inflación interna. El coste de las materias primas necesarias para la elaboración del pan, como la harina, está aumentando, lo que pesa sobre las panaderías, que se ven obligadas a adaptar sus precios de venta.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por estabilizar los precios, algunos comerciantes se están aprovechando de esto para crear escasez artificial y aumentar sus márgenes. Esta situación está perjudicando a la industria panadera y poniendo en riesgo muchos puestos de trabajo.
Es fundamental que las autoridades tomen medidas para regular el aumento del precio del pan y garantizar el acceso a este producto esencial para toda la población. Al monitorear de cerca las prácticas de los proveedores y proponer soluciones a largo plazo, el gobierno puede ayudar a mitigar el impacto de estos aumentos en los consumidores.