Una noche sangrienta volvió a azotar la localidad de Beni, en la comuna de Mulekera, donde al menos 12 civiles fueron brutalmente asesinados durante un ataque llevado a cabo por atacantes armados. Los barrios de Saïo y Matembo fueron los principales objetivos de esta violencia indiscriminada reivindicada por el grupo Estado Islámico.
Los conmovedores testimonios de los residentes y de las autoridades locales revelan el horror de la escena. Los aldeanos inocentes de las localidades de Mavivi y Mbau fueron atacados mientras realizaban sus actividades rurales. Entre las víctimas, una mujer también perdió la vida, dejando tras de sí dolor y consternación en la comunidad.
Lamentablemente, este ataque mortal se suma a una serie de incidentes violentos que han sacudido la región en las últimas semanas. Los rebeldes de las ADF siguen sembrando el terror en Beni, con consecuencias dramáticas para los residentes que viven en constante temor.
Es urgente que se tomen medidas concretas para proteger a la población civil y poner fin a esta espiral de violencia que sólo causa estragos en vidas inocentes. Las autoridades locales y las fuerzas de seguridad deben redoblar sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los residentes y neutralizar a los grupos armados que amenazan la paz y la estabilidad de la región.
Por tanto, es necesario que la comunidad internacional apoye los esfuerzos de las autoridades congoleñas para restablecer la seguridad y la tranquilidad en Beni y Kivu del Norte. Ahora es el momento de actuar para poner fin a esta violencia inaceptable y proporcionar un futuro pacífico a los residentes de la región.